El Pentágono cree que el envío de tropas a la antigua Yugoslavia sólo causaría "dolor y agonía"
Richard Cheney, secretario de Defensa de Estados Unidos, se mostró ayer contrario al envío de tropas norteamericanas a la antigua Yugoslavia, y señaló que ello sólo causaría llun enorme dolor y agonía" tanto a estadounidenses como a yugoslavos. Era la opinión del Pentágono, que se sumaba a las voces de la Alianza Atlántica y de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), cautelosas y muy poco dispuestas a una implicación militar en Beisnia-.Herzegovina, a pesar de la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en la noche del pasado jueves, que daba vía libre al uso de "todas las medidas necesarias" para hacer llegar la ayuda humanitaria a la martirizada ex república yugoslava.
En una intervención electoral en Seattle, Estado de Washington, Cheney afirmó que la victoria en la guerra del Golfo puede haber hecho creer -a los norteamericanos, erróneamente, que métodos similares pueden aplicarse en la antigua Yugoslavia. %Cuántos yugoslavos queréis que matemos para conseguir que dejen de matarse entre ellos?", fue la gráfica respuesta del secretario de Defensa a la interpelación de un grupo cívico que pedía la intervención de Estados Unidos en Bosnia-Herzegovina."¿Cuántas bajas militares norteamericanas están ustedes dispuestos a aceptar?", preguntó Cheney. Y a continuación se refirió a la complejidad de la situación en la antigua Yugoslavia, a la ausencia de límites claros entre las facciones en combate, al gran número de civiles atrapados entre ellas y a la ausencia de un objetivo militar determinado. Con estos obstáculos, advirtió el secretarlo de Defensa, Ilego a la conclusión de que no es una buena idea" enviar fuerzas estadounidenses a Yugoslavia.
Sin embargo, Radio Bosnia informó anoche de la entrada en aguas del mar Adriático del portaviones nuclear norteamericano Saratoga. "Parece ser que ya se están empezando a poner en práctica las decisiones de la ONU", comentó la locutora. El primer ministro británico, John Major, por su parte, interrumpirá sus vacaciones en España para presidir el próximo martes en Londres un consejo de ministros dedicado a Yugoslavia e Irak.
Escepticismo serbio
La luz verde que dio el Consejo de Seguridad al empleo de "todas las medidas necesarias" para hacer llegar la ayuda humanitaria no parece haber surtido el efecto disuasorio deseado sobre las autoridades serbias. Milan Panic, primer ministro de la nueva Yugoslavia, mostraba ayer su escepticismo: "No hay ninguna posibilidad de presenciar operaciones militares a gran escala" [por parte de fuerzas extranjeras en el territorio de la antigua Yugoslavial, declaró Panic al diario Borba, de Belgrado.
El parte bélico de la jornada habla de la conquista de la cilidad de Stolac, en Herzegoviri.a oriental, por tropas serbias, después de violentos combates, y de nuevos bombardeos nocturnos sobre Sarajevo y Nevesinje, al sureste de Bosnia. Por otra parte, un convoy de la ONU con 46 toneladas de alimentos para la ciudad bosnia de Gorazde, de 70.000 habitantes, también sitiada, fue atacado ayer. "Hubo algunos disparos, sin que estuviera muy claro cuál era el objetivo. Parece que no hay daños", informó Ron Redmond, un portavoz de la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). El convoy llegó sin mayores contratiempos a Gorazde en la tarde de ayer.
El convoy humanitario representa una prueba para Radovan Karadzcic, el líder de los serbios de Bosnia, que aseguró, tras conocer la resolución adoptada por el Consejo de Seguridad, que sus fuerzas no impedirían la distribución de ayuda en Bosnia-Herzegovina.
De hecho, las organizaciones humanitarias con sede en Ginebra expresaron ayer un moderado optimismo tras el acuerdo de la ONU. "Los camiones que partieron elviernes o que parten hoy de Split, Zagreb o Belgrado con dirección a Bosnia consiguen llegar a su destino", informó un portavoz del ACNUR.
Mientras tanto, el ministro francés de Salud y Acción Humartitaria, Bernard Kouchner, aseguró ayer en París, tras visitar varios campos de prisioneros en la antigua Yugoslavia, que tanto croatas como musulmanes y serbios son responsables de actividades de "limpieza étnica".
A la misma conclusión llegó una reunión de la Conferencia sobre Cooperación y Seguridad en Europa (CSCE) que concluyó ayer sus trabajos en Praga. El hecho de admitir que no sólo Serbia, sino también las demás partes involucradas en el conflicto yugoslavo, violaban los derechos humanos, posibilitó por fin en la madrugada del sábado la aprobación de los cuatro documentos finales de la 15ª reunión de altos funcionarios de la CSCE dedicada a la situación en la extinta Yugoslavia, que se celebraba en Praga desde el pasado jueves, informa llona Kovarikova desde la capital checa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Resoluciones ONU
- OSCE
- Política exterior
- Mediación internacional
- Consejo Seguridad ONU
- Misiones internacionales
- Guerra Bosnia
- Estados Unidos
- Ayuda humanitaria
- Guerra
- Cooperación y desarrollo
- ONU
- Organizaciones internacionales
- Proceso paz
- Relaciones exteriores
- Conflictos
- Defensa
- Crisis humanitaria
- Catástrofes
- Desastres
- Sucesos