Gali teme por la seguridad de los 15.000 'cascos azules'

El secretario general de las Naciones Unidas, Butros Gali, dejó claras ayer sus reservas sobre la resolución aprobada en la noche del jueves sobre Bosnia-Herzegovina, al tiempo que los países patrocinadores de la iniciativa en el Consejo de Seguridad explicaron que este paso no supone el inmediato uso de la fuerza en el territorio de la ex Yugoslavia.En una carta al Consejo de Seguridad, Gali advierte que el uso de la fuerza, formalmente autorizado por la resolución del jueves, podría poner en peligro la labor de los 15.000 cascos azules que ya trabajan en la distribución de ayuda humanitaria en Croacia y Bosnia-Herzegovina.

Gali cree que las milicias serbias, irritadas por la amenaza de una intervención de fuerzas multinacionales, podrían emprender actos de venganza contra los cascos azules. El secretario general pide que, para evitar peores consecuencias, se le informe antes de emprender cualquier acción militar en Bosnia.

Un casco azul belga de la ONU murió y otro resultó gravemente herido al pasar su vehículo sobre una mina en Eslavonia, Croacia. En Krajina, también enclavada en Croacia, ocho soldados nigerianos de las Naciones Unidas resultaron heridos tras colisionar su camión con un automóvil. En Bosnia-Herzegovina murieron ayer 23 personas y 182 resultaron heridas, entre estas últimas un casco azul egipcio, alcanzado por disparos en su campamento de Sarajevo.

La resolución que autoriza el uso de la fuerza -aprobada con 12 votos afirmativos y tres abstenciones, entre ellas la de China-, exige que cualquier intervención militar se realice "en coordinación con la ONU".

Mientras tanto, los países que promovieron la resolución se esfuerzan en reducir su carácter beligerante. "No es una resolución que promueva el uso de la fuerza. Es, simplemente, una resolución que lo autoriza como última alternativa", dijo el embajador, británico, David Hannay.

El embajador de Estados Unidos, Edward Perkins, explicó que el Consejo se había visto obligado a amenazar a los serbios con una intervención militar porque en Bosnia se han cometido "las más graves violaciones contra los derechos humanos que Europa ha conocido desde la Segunda Guerra Mundial".

China y Zimbabue, sin embargo, consideran que la resolución constituye "un cheque en blanco" para cualquier país que quiera utilizar la fuerza para imponer su criterio, bien sea por razones humanitarias o políticas.

Otros dos miembros del Consejo de Seguridad, Austria y Marruecos, consideran, por su parte, que el texto aprobado es insuficiente y se han quejado de que no haga referencia específica a "la agresión serbia".

Diplomáticos occidentales comentaron ayer que la vinculación que se establece en la resolución entre el uso de la fuerza y la distribución de la ayuda humanitaria hace esta resolución distinta a la que fue utilizada para intervenir en Kuwait, pese a que ambas utilizasen la misma terminología.