España apoya el uso "no indiscriminado" de la fuerza

"España está de acuerdo con la resolución propuesta en las Naciones Unidas en la medida que preconiza un uso no indiscriminado de la fuerza", afirman fuentes diplomáticas españolas, respecto del texto común elaborado por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, y que está a punto de aprobar el Consejo de Seguridad.Este proyecto de resolución contempla el uso de la fuerza en la antigua Yugoslavia, pero sólo para garantizar el traslado de la ayuda humanitaria hacia la población civil afectada por la contienda. "Se trata, en realidad, de ampliar de este modo al conjunto de Bosnia-Herzegovina los mecanismos que ya existen en Sarajevo", afirman al respecto estas mismas fuentes, que se muestran favorables a que esta intervención se materialice a través de instituciones europeas, como la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa (CSCE) o la Unión Europea Occidental (UEO).

Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid afirman que el Gobierno no ha determinado todavía sí participarán directamente soldados españoles en una eventual intervención en la antigua Yugoslavia. La decisión, añaden, se tomará después de las consultas que se entablarán entre los socios comunitarios, una vez aprobada la resolución.

Las mismas fuentes subrayan que España ha hecho ya un gran esfuerzo de participación en operaciones de mantenimiento de la paz patrocinadas por la ONU, sobre todo en América Central y en África Austral, lo que da a entender que la participación de Madrid en el caso de los Balcanes debería ser mucho más modesta.

Recelos españoles

La diplomacia española, por otra parte, contempla con recelo la perspectiva de una intervención militar internacional con objetivos más amplios. "Ni nosotros, ni nadie, quiere en este momento que se utilice la fuerza de manera masiva en la antigua Yugoslavia. Es una ilusión creer que una intervención internacional serviría para obligar a entenderse a los que hoy no son capaces de hacerlo. Además, una intervención masiva, aparte de los problemas logísticos que supondría, podría ser contraproducente, y complicar más la solución, en vez de ayudar a alcanzarla".

"No hay una solución exclusivamente militar a la crisis yugoslava", prosiguen las mismas fuentes. "Se puede amenazar con el uso de la fuerza, precisamente con el fin de no tener que utilizarla. Pero la solución ha de ser al final diplomática, en el marco de la conferencia de Londres presidida por lord Carrington. De cualquier modo, sería demagógico afirmar que existe una solución-milagro, que sea una intervención internacional u otro procedimiento, que permita arreglar en poco tiempo una crisis tan compleja". Una opinión que corroboró ayer el propio ministro, Javier Solana, al subrayar que "no hay soluciones fáciles ni próximas" en este conflicto.