Soares se queda en Lisboa a causa de la 'guerra' con su primer ministro
La decisión del presidente portugués, Mario Soares, de no acudir a la cumbre iberoamericana de Madrid y a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona es vista, en Lisboa, como un nuevo episodio de la guerrilla institucional entre el jefe del Estado y el primer ministro, Aníbal Cavaco Silva, por el liderazgo de la. política externa de Portugal.Oficialmente, Soares sufre un "resfriado de verano" y su médico personal le aconsejó "guardar reposo durante cuatro días".
Mientras el Ministerio de Negocios Extranjeros luso se limita a reproducir la explicación de la Casa Civil de Soares, la Presidencia del Gobierno rechaza cualquiera de las especulaciones que surgieron de inmediato en los medios de comunicación portugueses. La guerrilla entre Soares y Cavaco Silva, que adquirió en los últimos meses dimensiones políticas cada vez mayores, fue oficialmente cerrada por el presidente hace dos semanas, con un discurso de 10 minutos en la televisión estatal durante el cual Soares anunció sorpresivamente la promulgación de la ley de los coroneles, que había vetado anteriormente y que prevé de aquí a 1997 la reducción a la mitad de las Fuerzas Armadas.
Soares se considera infraaprovechado por un primer ministro celoso de su prestigio y de sus relaciones internacionales y que pretende desempeñar un papel más activo en los foros internacionales.
