El último viaje, rodeado de su gente

Santa Coloma de Gramenet

Los restos mortales de Camarón salieron ayer al mediodía del hospital Germans Tries i Pujol de Badalona, rodeados por un centenar de persona, la mayoría gitanos, que dieron el último adiós al príncipe en tierras catalanas. Más de 300 personas habían velado la noche anterior los restos de Camarón en el centro hospitalario. El féretro salió del aeropuerto de El Prat, en Barcelona, sobre las cinco de la Iarde. Familiares, amigos y se.guidores siguieron con fervor a -la comitiva fúnebre.A medianoche del jueves la familia accedió a que se instalara el velatorio en la sala número 5 del mortuorio del hospital de Badalona. En principio los fa miliares de Camarón no desea ban que se realizara ningún acto hasta los funerales. La intervención de Manuel Heredia, presidente de la Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña, fue decisiva para que la familia accediera a la instalación del velatorio. Heredia declaró que la familia había sido "muy sensible" a la petición de los gitanos que querían rendir un último homenaje. `Para nosotros es el dios gitano". Desde la medianoche, hasta las 11.00 más de 300 personas se concentraron en el hospital, para poder despedir, uno por uno, a su ídolo.

Los momentos más intensos se produjeron a la salida del féretro, sobre las 13.00 horas. Un grupo de gitanos llevó el féretro desde la sala hasta el coche fúnebre. Una bandera gitana -sobre fondo verde, un mapa de Cataluña y una rueda de carro- y un ramo de rosas rojas cubrían la caja. Cerca de 50 vehículos siguieron al coche fúnebre hasta el aeropuerto de El Prat. En Badalona se pudieron ver a figuras del flamenco como Juan Vara, Barrita, o El Bambi.

Según declaró el representante y amigo de Camarón, José Candado, se va a crear la fundación Camarón para seguir de cerca todos los homenajes que se vayan a hacer al cantaor y para que los beneficios sean gestionados por esta fundación. Una calle con su nombre en Badalona y un festival son ya algunas muestras de los homenajes que recibirá el cantaor. Según Candado, el cantaor no era el propietario único de sus derechos, por lo que ahora se está gestionando que el 50% de los mismos sean destinados para la familia. "No obstante, los familiares no han quedado desamparados, ya que la familia era la máxima preocupación de José", declaró Candado.

"Aquí no era Camarón. Para mí y los que estábamos aquí era José", explica sensiblemente emocionado Rafaelito, un vecino de Santa Coloma de Gramenet de 54 años, informa Carlos Rodríguez. Rafaelito, al igual que Curro, Andrés y muchos más solían compartir mesa con José Monge, Camarón de la Isla, para echar unas partidas al dominó en el bar Martín de la calle de San Joaquín de Santa Coloma de Gramenet. Camarón solía pasar temporadas de descanso en casa de José Candado, un ex concejal colomense.

A pesar de la gran popularidad del cantaor, Santa Coloma era el sitio ideal para que Camarón pasara unos días en compañía de sus compadres sin llamar excesivamente la atención. Hace casi un mes José Monge pasaba sus últimos días en Santa Coloma. Anteayer por la tarde, los clientes del bar Martín sólo tenían un tema de discusión: José. Rafaelito recuerda emocionado la última vez que habló con Camarón hace un mes: "en aquella ocasión le regalé una medalla de la Virgen del Rocío. Porque él, como yo, era muy rociero".