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DEBATE EUROPEO

Sólo los países miembros de la EFTA podran optar a la primera fase de la ampliación de la CE

Las negociaciones para la ampliación de la Comunidad Europea (CE) podrán comenzar en 1993, pero sólo si antes los Doce han aprobado el paquete de ampliación y perspectivas financieras, según el proyecto de declaración que aprobarán hoy los jefes de Estado y de Gobierno de la CE reunidos en Lisboa. Los países que son miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) serán los que protagonizarán la primera fase de la ampliación de la Unión Europea, que incluye la actual CE, el mercado único y los tratados de unión política y monetaria aprobados en Maastricht, pero aún no ratificados.

F. M. / I.C, ENVIADOS ESPECIALES

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Para el resto de los Estados europeos, el mensaje es estrechar los lazos, pero tendrán que esperar a que los actuales impedimentos políticos, económicos y sociales que dificultan su entrada sean superados. El texto preparado por la presidencia portuguesa, que hoy sufrirá sólo leves retoques, establece una clara diferencia entre los candidatos a entrar en la Comunidad."El Consejo Europeo", afirma el texto, "considera que el acuerdo del Espacio Económico Europeo [extensión del mercado único a los países de la EFTA] ha pavimentado el camino para abrir negociaciones en la perspectiva de una rápida conclusión con estos países que desean ser miembros de la Unión Europea".

De este grupo de países avanzados, cuatro (Austria, Suecia, Finlandia y Suiza) han presentado ya su candidatura oficial, pero se espera que en noviembre siga su ejemplo Noruega. La decisión de los Doce es que las negociaciones pueden desarrollarse en paralelo, con el objetivo de un ingreso al mismo tiempo, aunque, para evitar condiciones impuestas con la fuerza de grupo, el acuerdo se hará por separado con cada candidato "según sus propios méritos".

Condición democrática

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Para evitar acusaciones de discriminación, la cumbre de Lisboa establece que las puertas de la CE están abiertas a "todo Estado europeo cuyo sistema de Gobierno esté basado en el principio de la democracia". La ampliación, además, es "un elemento fundamental de la construcción europea".

El acuerdo de los Doce, incluida Dinamarca, es que el ingreso se hará a la Unión Europea, para lo cual habrá que asumir plenamente el Tratado de Maastricht. Esta precisión va dirigida a despejar cualquier eventualidad de una Europa a dos velocidades. El temor es que el rechazo danés se consolide y pueda ser tomado como ejemplo.

Para el resto de los países candidatos, la cumbre de Lisboa ofrece diferentes vías de reforzamiento de la cooperación a la espera de que puedan estar adaptados para convertirse en miembros. Para Chipre y Malta, el camino son acuerdos de asociación y desarrollo del diálogo político "durante la resolución de ciertas cuestiones que dificultan su candidatura a convertirse en Estados miembros".

Los países de Europa del Este, que hoy por hoy sólo son aspirantes potenciales, tendrán que contentarse con "una estrecha cooperación" en el marco de los acuerdos de asociación europea ya firmados con Polonia, Hungría y Checoslovaquia.

El Consejo Europeo hace una mención especial a Turquía, país que ha presentado su candidatura oficial, igual que Chipre y Malta, pero cuyo papel en la presente situación política europea es de "la máxima importancia". La próxima presidencia británica ha recibido el encargo de preparar un acuerdo con el objetivo de intensificar la ayuda comunitaria al desarrollo de Turquía, que será debatido en la cumbre de diciembre que se celebrará en Edimburgo.

Nuevo clima

El nuevo clima de relaciones se ve reforzado con el levantamiento del bloqueo que mantenía Grecia desde hace dos años al protocolo financiero de la política mediterránea, con el objetivode impedir la ayuda financiera a Turquía. Aunque el protocolo financiero nacional sigue vetado, Turquía tiene ahora la posibilidad de recibir ayuda para proyectos regionales.

La concesión griega permite también poner en marcha proyectos de financiación en el Magreb ' como el de la construcción del gasoducto que enlazará Argelia con España, a través de suelo marroquí y del Estrecho. La CE tiene un presupuesto anual de más de 13.000 millones de pesetas para este tipo de ayudas. Las relaciones de la Comunidad con los países del Magreb (Argelia, Túnez y especialmente Marruecos) saldrá reforzada con la declaración que prevé un nuevo tipo de relaciones en pie de igualdad y la firma en el futuro de acuerdos de libre comercio.

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