48 cineastas se ponen de acuerdo en que el enemigo del cine europeo está en su propia casa

Los 48 cineastas que durante el fin de semana se reunieron en Sevilla para celebrar La fiesta del cine europeo sólo llegaron a una conclusión: el enemigo del cine europeo "está en casa". Así lo expresaron durante el debate que tuvo lugar el sábado en Sanlúcar la Mayor, donde el comisario de Cultura de la Comunidad Europea, John Dondelinger, insistió en atacar al "enemigo" norteamericano mientras directores y productores señalaban que lo primero es potenciar las cinematografías de cada país y que el cine europeo se vea en Europa.

El danés Gabriel AxeI, director de El festín de Babette, que se sentó al lado del italiano Ettore Scola, señaló la importancia de que cada país ruede sus películas en su idioma y con sus actores y de que esos Filmes luego no se doblen en los otros países europeos."En Dinamarca", dijo, "donde el 80% de nuestras producciones cuentan con subvención, no doblamos ninguna película porque respetamos el idioma, que es la base de cualquier cultura. Yo no quiero que la unión europea signifique que tengo que rodar con actores de toda Europa porque entonces sería un tutti-fruti de intérpretes que no me interesa. Lo que más nos preocupa es hacer buenas películas aunque sean baratas porque en nuestro país el buen cine siempre tiene éxito".

El comisario de Cultura de la CE, que destacó que el problema del cine europeo es el cine americano, fue duramente rebatido por el productor francés Jean Le Glou con el argumento de que el problema del cine europeo es él mismo.

"El 88% de los actores franceses están en paro", indicó el productor que señaló que no hay que intentar que los norteamericanos vean cine europeo, sino que sean los europeos los que consuman su propio cine". Le Glou afirmó que las productoras potentes europeas no deberían, como el año pasado, invertir en películas estadounidenses como Terminator.

Los 48 cineastas asistieron el sábado a una cena en pabellón norteamericano, que pretendía ser un símbolo de apoyo de la primera potencia mundial a esta cinematografía. "Los europeos tenemos que unirnos para exportar", dijo Dondelinger. "A los norteamericanos les gusta nuestro cine", añadió el comisario, ante el estupor de muchos asistentes. Finalmente el comisario reconoció que aunque en Nueva York un 40% de los filmesque se estrenan son europeos en el resto del país no llega al 1%.

A Dondelinger, anfitrión de la fiesta, sólo le aplaudieron cuando dijo que en el futuro la CE tomaría muy en cuenta el número de salas que proyecten cine europeo antes de designar a las ciudades que prentendan ser capitales europeas de la cultura.

La fiesta del cine europeo pretendía, según la responsable de cultura del pabellón de la CE, reunir a 300 cineastas pero sólo 48 aceptaron la invitación, de ellos ningún español.

Pedro Almodóvar, que iba a representar a España en el debate del sábado, no asistió aunque el domingo por la noche presentó en el Cine Expo su película Qué he hecho yo para merecer esto, que se proyecta dentro del ciclo Cine de los doce estrellas.