Desbloqueado el juicio político contra la antigua juez del 'Yomagate'

El llamado Yomagate, que involucra a Amira Yoma, la cuñada del presidente Carlos Menem y ex directora de Audiencias del jefe del Estado, entre otros altos cargos y ex funcionarios a los que se acusa de formar parte de una banda que blanqueaba dinero procedente del narcotráfico, vuelve a estremecer al Gobierno argentino. Los diputados peronistas aceptaron al fin, después de bloquearlo durante un año, que se inicie el juicio político a la juez María Servini de Cubría, quien se encargó al comienzo del Yomagate y a la que otros dos jueces acusaron de encubrimiento, prevaricación, abuso de autoridad, falso testimonio, incumplimiento de sus deberes y violación de secretos.

Una comisión de la Cámara viajará ahora a España para entrevistarse con el juez Baltasar Garzón, que recibirá la juez Servini de Cubría el pasado año en Madrid. Los diputados quieren saber por qué la juez no respondió a las peticiones de Garzón y por qué ocultó información.

En medio de esta maraña judicial, tres de los acusados se han fugado del país. Uno de ellos es Ibrahim Al Ibrahim, el ex esposo de Amira Yoma quien, a pesar de su dificultad, para hacerse entender en castellano, fue el responsable del control de la aduana en el aeropuerto de Ezeiza, el más importante del país.

Libertad bajo fianza

El coronel Ibrahim, miembro del servicio de inteligencia de Siria, tenía, como su ex esposa, un pasaporte diplomático argentino. La juez Servini de Cubría le había concedido la libertad después de pagar una fianza de 40.000 dólares.Casi al mismo tiempo, se fugó otro sospechoso, el sirio Abdula El Pacha, que aún no había sido procesado, pero que iba a ser citado después de que se comprobara que viajaba en el mismo avión en el que Ibrahim y Amira Yoma llegaron en 1990 al aeropuerto de Ezeiza con las malestas llenas de dólares.

El tercer prófugo es Daniel Sánchez, un testigo que había revelado la conexión entre varios funcionarios que presuntamente pertenecían también a la banda.

En la cadena de relaciones parece encontrarse, al fin, el eslabón que une a todos los sospechosos del Yomagate entre sí y con el traficante de armas sirio Monzer Al Kasar. Se trata de, Jorge Antonio, de 74 años, que no ocupa ningún cargo oficial en el Gobierno. Fue él quien presentó a Menem y Perón en 1964, cuando el caudillo estaba exiliado en Madrid y Meneni era un dirigente de la Juventud Peronista. Fue él quien presentó a Monzer Al Kasar a los Montoneros para que les vendiera armas.

Jorge Antonio, que se hizo millonario durante el mandato de Perón, tiene campos y también caballos de carreras en sociedad con Julio Mera Figueroa, el ex ministro del Interior que facilitó el trámite para que Al Kassar obtuviera la ciudadanía argenfina. Jorge Antonio emplea en una de sus empresas al hijo de la jueza Servini de Cubría.