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LA CUMBRE DE LA TIERRA

El Banco Mundial quiere monopolizar la ayuda financiera al medio ambiente

El Banco Mundial está dispuesto a reestructurar el Fondo Global para el Medio Ambiente (GEF), que administra, para que los países en vías de desarrollo lo acepten como el instrumento de financiación único de proyectos de desarrollo que protejan el medio ambiente, afirmó ayer Lewis Preston, presidente del Banco Mundial.Preston no adelantó cuanto dinero manejaría este fondo, que actualmente funciona de forma experimental, ya que la próxima convocatoria para pedir dinero a los países donantes no se realizará hasta 1993.

Sin embargo, sí señaló que se está ahora pidiendo el dinero para la Asociación Internacional de Desarrollo (IDA), el fondo del Banco Mundial para los países más pobres, y que se esperan alcanzar los 20.000 millones de dólares, frente a los 13.000 millones de dólares de la convocatoria anterior.

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El presidente del Banco Mundial recordó que esta institución realiza desde hace varios años estudios de impacto ambiental de los proyectos que financia y que se considera el intrumento adecuado para compaginar los intereses del desarrollo y la defensa del medio ambiente.

Estados Unidos no quiere firmar el tratado sobre biodiversidad que se ha presentado en la Cumbre de la Tierra entre otras cosas porque pone en duda la permanencia del Fondo Global para el Medio Ambiente (GEF) como único instrumento de financiación del medio ambiente a escala mundial.

Sin embargo, los países en vías de desarrollo quieren tener más representación en el GEF, y Preston anunció que su estructura se revisará, siempre que el peso del Sur no resulte mayor que el de los países donantes, los que ponen el dinero.

Deuda por naturaleza

El presidente brasileño Fernando Collor de Mello firmará hoy con la organización norteamericana National Conservaney un proyecto de canje de deuda externa por naturaleza por dos millones de dólares, el primero en su género en Brasil, que administrará la organización no gubernamental Funatura.El presidente Collor insistió en firmar el proyecto él mismo, según el ministro de Economía. Sin embargo, el secretario de Medio Ambiente lamentó que sólo una organización de Estados Unidos se haya mostrado dispuesta a participar como donante en una iniciativa de este tipo. El canje de deuda externa por naturaleza fue propuesto por primera vez en 1986, durante el Gobierno del presidente José Sarney, pero fue duramente criticado por la mayoría de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que participan ahora en el Foro Global paralelo a la Cumbre de la Tierra.

Los ecologistas brasileños argumentan que los proyectos de este tipo sirven en última instancia para legitimar la deuda externa, que no reconocen.

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