_
_
_
_

La ONU exige el control civil del aeropuerto de Sarajevo, en poder serbio

El jefe de los Asuntos Civiles de las fuerzas de las Naciones Unidas desplegadas en Bosnia-Herzegovina, Ceder Thornbry, planeaba anoche, a pesar de la violación del alto el fuego y la continuidad de los combates, una reunión con los representantes bosnios para tratar de desbloquear el aeropuerto de Sarajevo, con el fin de permitir que las organizaciones humanitarias internacionales puedan continuar con una ayuda ahora suspendida y cada día más urgente ante la precaria situación de la población. Aquéllas exigen la desmilitarización del aeropuerto y sus alrededores, y la retirada de la artillería pesada a 32 kilómetros. Thornbry propone que el aeropuerto -en poder de las milicias serbias- se someta al control del personal civil.

Ayer, otro convoy de alimentos y medicinas escoltado por fuerzas de la ONU fue tiroteado supuestamente por extremistas serbios en Dobrinja, un suburbio de Sarajevo. Al menos una persona resultó muerta y otra herida. Un portavoz de la ONU confirmó el ataque, pero no quiso responsabilizar a nadie del suceso.El nuevo acuerdo de alto el fuego en esa antigua república yugoslava, alcanzado bajo el auspicio de las Naciones Unidas -el primero después del embargo total decretado por el Consejo de Seguridad de esa organización a la nueva Yugoslavia, el sábado pasado- fue violado apenas entró en vigor a las 18.00 del lunes. El mismo día, la presidencia yugoslava serbio-montenegrina había hecho un llamamiento a los dirigentes serbios de Bosnia para que impidiesen "inmediatamente todo bombardeo contra Sarajevo".

Los ataques con morteros continuaron, y, a lo largo de la jornada de ayer, contra la castigada capital bosnia. La evacuación del cuartel Mariscal Tito, el último en el centro de Sarajevo en manos del ejército yugoslavo, tenía previsto comenzar ayer, según un acuerdo logrado el lunes bajo auspicios de la ONU.

Los enfrentamientos bélicos se sucedieron casi por toda la república, y especialmente en Bosnia occidental, provocando nuevos éxodos civiles.

La nueva presidencia bosnia intenta poner en marcha el desmantelado Estado. En ausencia de dinero, se sacó del Tesoro del Banco Central de Bosnia-Herzegovina los billetes en desuso y, con un sello bancario sobre éstos, ponerlos en circulación.

Mientras, el Gobierno serbio se reúne en secreto con los directores de las grandes empresas para estudiar medidas de excepción para hacer frente al embargo.

Uso de la fuerza

En París, Klaus Kinkel, nuevo ministro alemán de Exteriores, declaró que Europa y la comunidad internacional no deben excluir el uso de la fuerza para aplicar el recién decretado embargo de la ONU. Kinkel, que participaba en la asamblea parlamentaria anual de la Unión Europea Occidental (UEO), se apresuró a aclarar que los medios militares son tan sólo un "último recurso", informa Javier Valenzuela. La CE anunció ayer que equipara sus sanciones a Serbia y Montenegro con las aprobadas por el Consejo de Seguridad.

Nadie duda de que la economía de la autoproclamada República Federal de Yugoslavia quedará colapsada en poco tiempo. Por lo pronto, la fábrica de productos químicos y de goma de Miloje Zakic ya ha enviado a sus obreros de vacaciones.

Radovan Karadzic, líder de los serbios en Bosnia-Herzegovina, aseguró que "Serbia no puede aceptar las acusaciones por la agresión" a esa república. Karadzic se mostró descontento con la decisión de los serbios moderados de formar parte del Gobierno bosnio y los acusó de estar comprados por el presidente bosnio Alia Izetbegovic. Simultáneamente la Cruz Roja serbia solicitaba ayuda para 310. 000 refugiados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_