Kazajstán pide a EE UU compensaciones a cambio de eliminar sus armas nucleares
El presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbáiev, garantizó ayer en Washington al presidente estadounidense, George Bush, con quien se reunió en la Casa Blanca, que la antigua república soviética asiática respetará los acuerdos START (sobre limitación de armas nucleares; estratégicas, es decir, de largo alcance) y firmará el Tratado de No, Proliferación Nuclear (TNP) para dejar su territorio libre de armas; atómicas. La única duda todavía es qué ayuda económica y política. recibirá Kazajstán a cambio.
Poco antes de su entrevista con el presidente estadounidense, Nursultán Nazarbáiev anunció su intención de firmar una carta de obligaciones por la que su país se comprometerá a respetar el Tratado sobre Limitación de Armas Estratégicas (START), que el Gobierno estadounidense concluyó con el presidente Mijaíl Gorbachov pocos meses antes de la desaparición de la Unión Soviética. Desde entonces, Estados Unidos ha negociado por separado con las cuatro repúblicas con armas nucleares en su territorio (Rusia, Bielorrusia, Ucrania y Kazajstán) con vistas al cumplimiento de lo pactado con las antiguas autoridades e, incluso, emprender nuevas iniciativas de desarme.Fuentes de la Casa Blanca informaron, con motivo de la visita del presidente Nazarbáiev, que las cuatro antiguas repúblicas soviéticas estaban listas para firmar el próximo fin de semana en Lisboa un compromiso de respetar el acuerdo START. "No es absolutamente necesario que la firma sea conjunta, pero si todos están allí (en Lisboa, en una conferencia para coordinar la ayuda internacional a la CEI) con autorización para firmar, ésta puede ser una gran oportunidad para cerrar este asunto", dijeron las mismas fuentes.
El Gobierno de Kazajstán había expresado desde el nacimiento del nuevo país su voluntad de poner todo su armamento nuclear bajo control de Rusia, pero, después de habérselo manifestado así al propio secretario de Estado estadounidense, James Baker, se pusieron condiciones adicionales para aceptar el desarne atómico completo.
Coscientes de que gran parte de la atención que hoy se presta a su país (tan extenso como el conjunto de la Comunidad Europea, pero con sólo 16 millones de habitantes) está motivada por el hecho de ser una potencia nuclear, las autoridades de Alma Atá pidieron mayor generosidad en la ayuda económica norteamericana e incluso un reconocimiento de su peso político a cambio de entregar o destruir su arsenal atómico.
Sin compromiso
La portavoz del Departamento de Estado, Margaret Tutwiler, dijo que no existía ningún compromiso con Kazajstán a cambio de la firma del Tratado de No Proliferación Nuclear.
A principios de este mes, en conversaciones en Washington con el presidente ucranio, Leonid Kravchuk, el Gobierno norteamerícano le ofreció garantías de que, a cambio de la eliminación de las armas atómicas, la seguridad de Ucrania -que se encuentra en una situación similar a la de Kazajstán- se vería preservada por otros medios.
Todas las repúblicas de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) forman ya parte del Consejo de Cooperación del
Atlántico Norte, foro especial que la Alianza decidió crear en la cumbre de diciembre en Roma para institucionalizar el diálogo con los países del antiguo pacto de Varsovia y de la extinta Unión Soviética.
Pese a que el comunismo cayó también en Kazajstán, la hoz y el martillo siguen en la bandera. Centerares de ellas ondeaban ayer al viento en la avenida Pensilvania y en su edificio más notable, la Casa Blanca.
La compañía Chevron explotará el petróleo kazajo
A. C. El presidente de Kazajstán, Nursultán Nazarbáiev, llegó a un acuerdo con la compañía de petróleo Chevron Corporation para la explotación de la región de Tenguiz, una de la más ricas fuentes de crudo del mundo donde la empresa estadounidense participará con 10.000 millones de dólares (1 billón de pesetas) en una empresa conjunta que invertirá 20.000 millones de dólares durante 40 años para extraer 700.000 barriles diarios.
El acuerdo, que puede compensar la decisión de Kazajstán de renunciar a su arsenal nuclear, supone la creación de una de las mayores empresas mixtas formadas por el capital occidental desde la desaparición de la Unión Soviética. Los ingresos que Chevron espera obtener en Tenguiz, donde se hace urgente la inversión después de varios años de retraso tecnológico, son de 5.000 millones de dólares al año, según los directivos de la compañía.
La Unión Soviética era el mayor productor de petróleo del mundo. Pero la producción cayó de casi 12 millones de barriles diarios en 1990 a poco más de 10 millones en 1991. Rusia y Kazajstán han reclamado desde hace meses inversión occidental en ese campo.
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