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El Ayuntamiento de Granada tarda tres días en conocer el robo de obras de arte de su propiedad

La Guardia Civil comunicó el delito después de recuperar las piezas

El Ayuntamiento de Granada tardó tres días en enterarse del robo de 46 piezas de arte de los siglos XVII, XVIII y XIX (óleos, esculturas y cerámica) sustraídas el pasado 3 de mayo de un edificio de su propiedad, un carmen ubicado en el barrio del Albaicín. Tuvo que ser la Guardia Civil quien comunicase el hecho a los responsables de patrimonio del municipio tras recuperar varios agentes todas las piezas. El Ayuntamiento, que hace meses suspendió la vigilancia permanente del inmueble, asegura que una pareja de policías efectuaba una ronda cada dos horas.

Los cinco integrantes de la banda acusados del robo están ahora en prisión. Los detenidos son Belén Bravo Girela, Francisco Javier Rodríguez Jiménez, José Antonio López García, María del Mar Matilla y Antonio Martín Franco. Este último fue puesto a disposición del juez el pasado miércoles tras ser detenido por segunda vez. Martín Franco había logrado burlar la vigilancia del guardia civil que le acompañaba en un registro a cierta vivienda donde supuestamente había más obras de arte escondidas. Por su parte, el juez notificó hace dos días sendos autos de implicación al ex jefe del servicio de urgencias del Hospital Clínico, Juan Moll, y al poeta y dramaturgo José Heredia Maya. En la casa de Moll, la policía recuperó siete piezas procedentes del robo. Aunque el Gobierno Civil cree que el valor de las obras recuperadas es muy alto, aún no existe una tasación oficial, ya que las piezas estaban sin catalogar.

Inspección del edificio

Mateo Torres, director de Organización del Ayuntamiento de Granada, aseguró que horas antes de que se cometiera el robo él mismo, en compañía de una concejal, inspeccionó el edificio, situado en la calle de San Juan de los Reyes, y tras comprobar que no había ninguna irregularidad se marchó. Torres agregó que las dos inspecciones semanales se solían efectuar los miércoles y los domingos. Sin embargo, el miércoles 7 de mayo, antes de que los responsables municipales hicieran la visita rutinaria, fueron advertidos por la Guardia Civil de la comisión del robo. Los policías locales, que según Torres hacían una ronda cada dos horas alrededor del carmen (un palacete con un huerto y jardín, y vistas a la Alhambra) asaltado, no advirtieron ningún signo externo. El Ayuntamiento no llegó, por tanto, a presentar denuncia en el juzgado, como parecía derivarse de una nota hecha pública desde el Gobierno Civil. Mateo Torres reconoció que desde que retiraron la vigilancia permanente se produjeron varios intentos infructuosos de robo en la vivienda. El Ayuntamiento, sin embargo, se limitó a emparedar las puertas de entrada, pero no advirtió que los ladrones podían llegar hasta las habitaciones donde estaban los objetos artísticos a través de una verja que comunica con un patio interior.

El mismo día del robo, el médico Juan Moll -un conocido coleccionista de antigüedades- recibió la visita de varios de los encarcelados, que le ofrecieron siete obras de arte. Según la versión del médico, reconoció de inmediato la procedencia ilegítima de las piezas. A continuación, con idea de restituirlas, telefoneó al escritor José Heredia, quien también reconoció las obras como integrantes del patrimonio municipal. Moll telefoneó a continuación al gobernador civil de Granada, Gerardo Entrena, con quien mantiene cierta relación de amistad, con idea de ponerle al tanto de lo que ocurría. El médico también intentó contactar con el diputado del PP en el Congreso Gabriel Díaz Berbel, vecino suyo, pero estaba ausente. Cerca de las dos y media de la madrugada del pasado día 4 de mayo, Moll y Heredia, para zanjar la cuestión, y, según mantienen, devolver al Ayuntamiento las obras en poder de los asaltantes, entregaron a éstos 100.000 pesetas a cambio.

El miércoles 7 de mayo la Guardia Civil, con un mandamiento de registro, recuperó las siete obras que tenía en su domicilio Juan Moll, quien a su vez presentó una denuncia contra los individuos encarcelados. Un día más tarde, los agentes dieron con el paradero de las 39 piezas restantes y detuvieron a los presuntos autores del robo, que pasaron a disposición judicial, a excepción del que logró huir momentáneamente.

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