Presiones sobre el Convenio del Clima
Con el texto presentado ayer, Naciones Unidas quiere incidir en las dificultades de los países industrializados para firmar el Convenio del Clima y resaltar la urgencia de alcanzar una resolución. Precisamente ayer era el último día para llegar a un acuerdo en la reducción de las emisiones de CO2, en la reunión de Nueva York previa a Río de Janeiro.Según fuentes próximas a las discusiones, la última fórmula de compromiso se basa en un nuevo borrador del francés Jean Ripert, presidente del comité negociador. Este texto limita de una forma, vaga y no vinculante los gases causantes del efecto invernadero. La aceptación por los países de la CE del texto pedido por EE UU despeja el camino para que el presidente norteamericano, George Bush, acuda a Río. La Declaración para un Rápido Comienzo, así se ha llamado al documento, representa ante todo un compromiso moral y político, y no tendría valor jurídico. Es lo único que Europa y Japón han conseguido de EE UU tras 15 meses de conversaciones. La CE, sin embargo, ha anunciado que la próxima semana volverá a estudiar un impuesto ecológico para estas emisiones.
Según el borrador, los países industrializados adoptarían políticas y medidas para mitigar el efecto invernadero mediante límites en sus emisiones de gases y mediante la protección de bosques y otras áreas que los neutralizan. En un párrafo se dice que la meta debería ser volver "individual o conjuntamente" a los niveles de 1990. Las organizaciones ecologistas ya han declarado que este borrador supone una "clara victoria de Washington", que se opuso a fijar fechas y porcentajes.
Por otro lado, el Grupo de Empresarios para el Desarrollo Sostenible, en el que están incluidas 48 importantes empresas como las multinacionales Chevron, Johnson Wax, Mitsubishi, Nissan, Volkswagen y Shell, ha hecho público en Ginebra un documento en el que propone la aplicación de un impuesto ecológico sobre las energías contaminantes y los productos no fabricados con tecnologías limpias. El grupo declara abiertamente su intención de influir sobre Bush. "Nuestro mensaje al presidente es que esperamos que el liderazgo mundial de EE.UU. se refleje también en Río", ha dicho Frank Popoff, presidente de la compañía americana Dow Chemical.
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