Francia y Reino Unido suavizan su rechazo a prohibir el vertido nuclear al mar

Francia y Reino Unido suavizaron ayer en Madrid su oposición al acuerdo que los restantes países europeos con salida al Atlántico mantienen para prohibir totalmente el vertido de residuos radiactivos al mar. Los delegados de 13 países europeos y la Comisión de la CE se han reunido desde el lunes para redactar el texto de un convenio que se firmará definitivamente en París el 22 de septiembre- y que supone la revisión de dos acuerdos de los años setenta sobre la contaminación del Atlántico noreste. Esta reunión ha sido la última de una serie de conversaciones en las que Francia y el Reino Unido se han mostrado en todo momento opuestos a una prohibición absoluta de verter al océano residuos radiactivos de baja y media intensidad. Actualmente existe una moratoria a nivel mundial, que dura ya 10 años y que se revisará en noviembre, en el vertido de desechos nucleares al mar.

Nada más terminar la reunión, Iñigo de Palacio, subdirector general de Cooperación Aérea, Marítima y Terrestre y jefe de la delegación española, declaraba su satisfacción: "Hemos conseguido que estos dos países retiren sus textos alternativos; lo único que siguen manteniendo es una reserva final mostrando su desacuerdo. La postura inglesa se basa en que no tiene opciones terrestres para deshacerse de sus residuos y en que las investigaciones científicas no han mostrado definitivamente que estos vertidos sean perjudiciales. Francia quiere advertir que en el futuro se puede necesitar el mar para desprenderse del tritio".

Domingo Jiménez Beltrán, director general de Política Ambiental, señaló: "El texto único es un logro importantísimo. España ha defendido desde el principio una posición clara, contundente y líder a favor de la prohibición; por lo que le afecta la fosa atlántica". Esta fosa, a unos 600 kilómetros de las costas gallegas, sirvió antes de la moratoria como cementerio nuclear.