Más madera

"Hay que fabricar medio ambiente, fabricar bosque porque es un producto que se vende en el mundo". Así explica Carlos del Álamo, director general de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, el objetivo del plan forestal que se encuentra en el Parlamento gallego. La delicada situación de la agricultura, la pesca y la industria ha llevado a la elaboración de un borrador de plan forestal como "alternativa al desarrollo de la economía gallega" que prevé una inversión entre 1993 y 1997 de más de 125.000 millones de pesetas.

En el documento aparece "el capital forestal" como un valor al que hasta ahora apenas se le había prestado atención. La aplicación de la política agraria y pesquera de la Comunidad Europea empujará a los agricultores gallegos a dejar de producir 300.000 hectáreas y dejar en dique seco a miles de barcos de faena, por un lado. Por el otro, la situación de la industria de la zona que, además de emplear sólo al 14% de la población activa, está inmersa en una crisis en la que corren peligro 12.000 puestos de trabajo. Todo esto ha provocado que se mire al bosque con otros ojos. El sector forestal da empleo actualmente a unas 40.000 personas y representa el 4% del producto bruto gallego. En Galicia se produce más del 30% de la madera de toda España con 6,6 millones de hectáreas.Esta nueva mirada será menos indiferente. "Hay que superar ese sentimiento economicista de que el monte es poco rentable y que lo ha dejado marginado social y económicamente", añade del Álamo. A su juicio "muchas veces el monte arde porque no es rentable".

Precisamanente la lucha contra el fuego "que ha devorado un millón de hectáreas en los últimos 20 años ha sido el "punto de partida de la nueva política forestal". A través de un plan específico, las hectáreas arboladas quemadas se han reducido de 90.000 en 1989 a 3.600 en 1991. A pesar de esto, entre 1973 y 1986 desaparecieron para siempre 200.000 hectáreas arboladas.

Una fuente de ingresos

El plan forestal, que ha de ser aprobado por el Parlamento, tiene prevista una duración de 40 años y contempla unas inversiones totales de casi dos billones de pesetas que se reparten a partes iguales entre la iniciativa pública y la privada, de los que más de 125.000 millones se invertirán entre 1993 y 1997.Se trata de explotar el bosque como fuente de ingresos en todos los aspectos posibles. Aumentar la producción maderera, la explotación de productos que da el bosque (castañas, setas, miel y pasto) y estimular su consumo, crear una nueva organización de la administración forestal autonómica e impulsar la concentración de montes a través de fórmulas de asociacionismo.

De las 1.879.892 hectáreas de monte que hay en Galicia, el 63,9% es de propiedad particular, el 32,9% de propiedad vecinasl y sólo el 3,3% de instituciones públicas. Uno de cada dos hogares gallegos tienen alguna propiedad forestal y el 74% de los montes particulares tiene un tamaño que no les permite ser viables economicamente.

Este plan "no es de repoblaciones", sino para "recuperar de nuevo el papel del monte que liga con el medio ambiente". Es este uno de los puntos con los que no está de acuerdo Jesús Izco, catedrático de botánica de la Universidad de Santiago, quien añade que este plan "si contempla la posibilidad de cultivar especies autóctonas pero no contempla la reforestación pública".

Galicia es la región europea con una mayor productividad forestal. La media está en ocho metros cúbicos de madera por hectárea y uno de los objetivos del plan es duplicar esta cifra. Además, el plan prevé la reconversión del sector de aserrío que emplea a 5.858 personas. En las serrerías gallegas se elabora en la actualidad el 25% de toda la madera nacional.