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El festival de Karlovy Vary quiere frenar la actual invasión de cine norteamericano

"Las salas de cine checoslovacas están actualmente invadidas por los filmes norteamericanos", afirma el director cinematográfico Jiri Menzel, uno de los cineastas más conocidos de Checoslovaquia y un destacado miembro de la generación de hombres de cine dispersada o amordazada por la brutal interrupción por los tanques soviéticos de la Primavera de Praga en el año 1968."Por eso vamos a dedicar", prosigue Menzel, "nuestro próximo Festival Internacional de Karlovy Vary a mostrar la obra de los cineastas centroeuropeos, quienes, a pesar de las dificultades, hacen milagros y logran rodar muy buenos filmes, que aquí no encuentran posibilidad de estrenarse, debido a que esa invasión de cine estadounidense copa todas las salas".

En una conferencia de prensaofrecida la pasada semana en Praga, Menzel, que es presidente del comité organizador del festival checoslovaco, añadió que en la villa de Karlovy Vary -famosa por sus balnearios de aguas medicinales- "se podrán ver una serie de documentales inéditos que reflejan los problemas de las transformaciones que se están desarrollando en los antiguos países socialistas".

Una ventana al mundo

El Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary se celebraba antiguamente cada dos años, alternándose con el de Moscú, "y en su programación los criterios políticos predominaban sobre los logros estéticos y profesionales", añadió Menzel. "Ahora intentamos darle una nueva cara: queremos convertirlo en una ventana al mundo".Se eligió como fecha de celebración del festival el mes de julio para hacerlo coincidir con otros festejos tradicionales en esa región del norte de Bohemia, casi fronteriza con Alemania. "Por supuesto", añade Menzel, "competirán también filmes occidentales, sobre todo de productores independientes de diversas partes del mundo, incluido Estados Unidos y Canadá".

En total, se presentarán alrededor de 150 películas. El festival está auspiciado por el presidente checoslovaco, Václav Havel, y subvencionado por los ministerios de Cultura de las repúblicas checa y eslovaca. Entre sus miembros honorarios está el mundialmente famoso cineasta Milos Forman, cuya celebridad se debe a su dirección de, entre otras películas de producción norteamericana, Alguien voló sobre el nido de cuco y Amadeus.

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