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Gaddafi desafía a la ONU y prepara al mundo musulman para la guerra con Occidente

Muammar el Gaddafi desafió ayer las sanciones aprobadas por las Naciones Unidas contra Libia y reiteró que su Gobierno no entregará a los dos libios que Estados Unidos, Escocia, Inglaterra y Francia quieren interrogar con relación a dos atentados aéreos. En un discurso que marcó un endurecimiento frente a la crisis, Gaddafi instó al mundo musulmán a "afilar las espadas" y prepararse para un enfrentamiento con Occidente. Sin embargo, dejó entrever que el contencioso todavía tiene solución.

Dado como es a los gestos dramáticos, Gaddafi hizo una aparición sorpresiva. Cubierto con una túnica blanca, el coronel habló durante 45 minutos ante las cámaras de televisión y la gente que se había reunido en la plaza Verde de Trípoli para celebrar la fiesta de Eid A-Fitr, el fin del mes del Ramadán.Lo que dijo vino a confirmar que Libia, a pesar de la retórica incendiaria del coronel y de los medios oficiales como la agencia Jana, que hizo un llamamiento a las armas y a aprestarse a "morir con dignidad", está buscando una salida incruenta y más o menos decorosa.

"¡Musulmanes del mundo entero: habiendo concluido la batalla contra el comunismo, las fuerzas de las cruzadas cristianas de Occidente se dirigen ahora contra el islam ( ... ). Nosotros también debemos hacer sonar los tambores, cerrar filas, afilar nuestras espadas y prepararnos para el enfrentamiento!", dijo Gaddafi. De ser necesario, añadió, el estandarte de Libia acogerá "a todos los musulmanes, a todos los fundamentalistas y hasta a todos los extremistas en defensa propia".

Pero entre amenazas, denuncias de una "cruzada cristiana" y alegatos sobre la "ilegalidad" de la resolución 748, que impone sanciones a Libia, Gaddafi incluyó por segunda vez la idea de que los dos libios acusados del atentado contra el jumbo de Pan Am que estalló sobre Lockerbie en 1988 están en libertad de entregarse a la justicia si es que así lo desean.

Gaddafi dejó claro que el Gobierno libio no cederá un milímetro frente a la presión internacional, acentuada por los recientes ataques contra varias embajadas de países que apoyaron la acción de la ONU. El coronel puntualizó que si los acusados quieren entregarse , los investigadores, entonces es cosa de ellos. Trípoli, dijo, no va a impedírselo. Ayer no hubo la menor señal de que los inculpados estuvieran contemplando semejante salida, pero la opción planteada por Gaddafi motivó toda serie de conjeturas.Expansión del sionismo

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Gaddafi reiteró ayer que el peligro de que el caso Lockerbie degenere en un enfrentamiento entre Occidente y el mundo musulmán es real, y describió el embargo de venta de armas a Libia como un ardid que sólo favorece a Israel y a la conjura que persigue la expansión del sionismo en toda la región.

Tras afirmar que la resolución 748 "carece de fundamento y, por tanto, no es válida" y anunciar por enésima vez que Libia no entregará a los sospechosos porque ello violaría las leyes de su país, el coronel recurrió otra vez al argumento que ha captado atención apoyo entre sus vecinos árabes: el caso Lockerbie demuestra prejuicios de la comunidad internacional porque ésta no actúa con idéntico rigor cuando se trata de condenar la violación israelí de normas internacionales.

"Libia no ha amenazado la paz internacional ni ha cometido agresión contra otro país", dijo. "La resolución [que aprueba las sanciones contra Libia, basada en el capítulo 7 de la Carta de la ONU] no puede ser puesta en vigencia, es nula". "Libia no puede tomar la decisión de tomar a gente por la fuerza y ponerla a disposición de un país enemigo", declaró Gaddafi. Refiriéndose a los dos inculpados, dijo: "No los entregaremos. Si ellos se ofrecen voluntariamente a ir, entonces no hay problema".

Wahington pidió ayer a los 1.000 ciudadanos estadounidenses que se encuentran en Libia que abandonen el país magrebí, ya que si llega a aplicarse el embargo aéreo decidido por la ONU, "será mucho más difícil salir del país". El subsecretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores, Máximo Cajal, indicó ayer en Badalona que el Gobierno español estudia la posibilidad de realizar una operación para evacuar a la comunidad española en Libia. Cajal dictó ayer la conferencia inaugural del II Fórum Internacional organizado por la Organización Internacional Olof Palme.

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