"La biogenética no es para aprendices de brujo"

ENVIADA ESPECIALLa manipulación del ser humano en el aspecto médico y biológico no se puede justificar sólo porque científicamente sea bonita y avanzada. Esta es la tesis que defiende el Consejo de Europa ante la irrupción de nuevas técnicas que están revolucionando las ciencias de la vida.

Pregunta. ¿Vale todo en biología y medicina?

Respuesta. Éste es un campo en el que no vale todo simplemente porque se pueda hacer. No se puede dar vía libre a los aprendices de brujo, para los que la tentación de manipular y de traficar con el patrimonio genético humano es demasiado grande y puede dar lugar a monstruos. La ley va a correr siempre detrás de la ciencia, pero queremos establecer una serie de principios de respeto a los derechos humanos para, que se apliquen automáticamente a todas las novedades posteriores. No se trata de frenar la ciencia, pero la utilización práctica de los descubrimientos necesita salvaguardas.

P. ¿Como definir la bioética?

R. Es la ética aplicada a las ciencias de la vida. No se trata de establecer una nueva ética para ellas, sino, al contrario, que las ciencias de la vida, como la medicina, que tienen consecuencias inmensas, respeten los principios éticos que deben regir todas las actividades humanas.

P. ¿Cuál es su relación con los derechos humanos?

R. Muy estrecha. Es la aplicación de los principios fundamentales de los derechos humanos a este sector particular. Nosotros vemos la bioética como una prolongación de nuestros logros en derechos humanos, plasmados en el Convenio sobre Derechos del Hombre y en el tribunal del mismo nombre.

Problemas bioéticos

P. ¿Qué temas plantean problemas bioéticos?

R. La lista de ejemplos es muy larga y no se puede cerrar, porque los avances científicos no paran. Están los problemas planteados desde hace años, como los derivados de los trasplantes de órganos, pero también los que plantea la manipulación del patrimonio genético del hombre, algo que ya es posible.

P. ¿Y el aborto y la eutanasia?

R. El aborto está dentro de la bioética, sin duda. La eutanasia no puede considerarse una ciencia de la vida, pero sí los procedimientos que pueden aplicarse para poner fin a una vida. Es un problema moral que debe resolverse con la aplicación de los mismos principios.

P. ¿Cuál es el objetivo actual del CE en bioética?

R. Trabajamos desde hace mucho tiempo en este campo. En 1990 recibimos el encargo de redactar un Convenio Europeo de Bioética, de aplicación para todos los países europeos, no sólo para los Doce. La situación actual de anarquía no puede seguir así. En algunos países no se ha querido que los poderes públicos intervinieran, y en otros sí, aunque en todos se ha visto poco a poco que es necesaria una regulación de estos temas.

P. ¿Qué país está más avanzado en este campo?

R. Aunque pueda parecer parcial, porque es mi país, creo que el que ha sido más imaginativo en este tema es Francia. Pero, así y todo, la traducción a las leyes ha sido muy lenta.

P. Uno de estos proyectos pretende regular la inseminación artificial, una técnica que se aplica hace ya muchos años. ¿Qué peligros presenta?

R. Todo el campo de la procreación asistida médicamente presenta ciertos inconvenientes, y no sólo el de la consanguinidad o la herencia. También son muy importantes los problemas psicológicos. Casos como el de la abuela que da a luz al hijo de su hija creo que son aberrantes y terminarán por prohibirse. La relación familiar en este caso será totalmente anormal.

P. Se han alzado voces de feministas contra las técnicas de procreación asistida, que consideran una nueva manipulación de la mujer.

R. Creo que se no se trata de frenar los avances científicos, que reportan muchas ventajas para las mujeres que no pueden tener hijos normalmente. Pero existen procedimientos peligrosos para la vida de la madre, la salud del niño, el equilibrio psicológico de todos. En estos casos debe darse la lucidez suficiente para prohibirlos o autorizarlos sólo bajo ciertas condiciones.