En corto y por derecho

Fue tal el tumulto que se originó en Villa Rosa -¡ay, Villa Rosa, hoy bar de música progre, en tiempos catedral del mejor arte! en la presentación de la revista flamenca La Caña que José Mercé tiró, legítimamente, a abreviar. Tres cantes sólo -alegrías, soleares y bulerías-, pero de la mejor ley jonda, dichos con autoridad y grandeza, con ángel y con duende.José Mercé actuó en maestro. Comprendió que el ambiente no era el más apropiado para una actuación reposada aunque el público le escuchase con fervor, y se limitó a dejar su firma de cantaor extraordinario en momento de plenitud. Cantó escuchándose y gustándose, como ocurre cuando los cantaores son conscientes de que lo están haciendo muy bien. Y lo hizo muy bien, con el toque excelente de Curro de Jerez, muy preciso, ceñido al cante.

Los dos, José y Curro, son descendientes del gran tronco jerezano de Paco la Luz, y firmaron una página jonda, breve pero intensa. Esto, en el arte del toreo, creo que se llama en corto y por derecho.

Delante nos pusieron a un niño de ocho años que toca la guitarra, Rayito, y que entras otras cosas nos obsequió con el Tico, tico. Todavía me estoy preguntando qué pintaba allí esta criatura. En cualquier caso La Caña tuvo una salida a la calle de acontecimiento. Ahora vamos a ver qué destino le reservan los hados.