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Detenido en un hospital de París el líder radical George Habash a la espera de ser interrogado

Una maldición pesa sobre el poder socialista francés y convierte en desastres cada una de sus iniciativas. El presidente François Mitterrand y los suyos tienen ahora entre las manos una bomba llamada affaire Habash, el escándalo surgido por la hospitalización en París del líder del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP). Cuatro altos funcionarios ya han pagado con sus cargos la hospitalidad concedida a George Habash, y es posible que les siga algún ministro. George Habash fue detenido ayer en el hospital, y un juez antiterrorista esperaba permiso médico para interrogarle.

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Cuando, en la noche del pasado miércoles, Habash, víctima de una hemorragia cerebral, fue trasladado desde Túnez hasta París e ingresado en el hospital Henry Dunant, de la Cruz Roja francesa, Mitterrand y su ministro de Exteriores, Roland Dumas, se encontraban visitando el sultanato de Omán. Ambos sostienen que nadie les consultó sobre una decisión que provocó en París tina feroz e inmediata protesta por parte de toda la oposición conservadora, numerosos socialistas, la comunidad judía y la mayoría de los medios de comunicación. Habash es casi unánimemente presentado en Francia como "uno de los más peligrosos terroristas".Al regresar al Elíseo el jueves por la noche, un Mitterrand colérico como pocas veces en su larga vida exigió las cabezas de los responsables de la acogida otorgada al líder del FPLP. Edith Cresson, la primera ministra, aseguró que ella, al frente del Estado francés en ausencia del presidente, tampoco se había enterado de nada. Cresson forzó el cese fulminante de tres altos funcionarios socialistas. Era la primera gran limpieza en el Gobierno francés desde el asunto del Rainbow Warrior, el barco de Greenpeace hundido en 1985 por sus servicios secretos en Nueva Zelanda, con la muerte de un fotógrafo.

François Scheer, secretario general del Ministerio de Exteriores y número dos de la diplomacia francesa; Bernard Kessedyan, director del gabinete de Dumas, y Christian Vigoroux, director del gabinete del ministro del Interior, pagaron con sus puestos la luz verde que habían dado a la hospitalización de Habash en París. Acto seguido, la socialista Georgina Dufoix, presidenta de la Cruz Roja francesa, dimitía como consejera de Mitterrand. Condenada por la mayoría de los otros responsables de la organización, Dufoix luchaba ayer por conservar la presidencia de la Cruz Roja. Aceptaba haber desempeñado el papel de promotora de la hospitalidad otorgada a Habash, a petición de la Media Luna Roja palestina. Dufoix era ayer la única voz que justificaba por "razones médicas" y por "humanidad" la hospitalización parisiense del palestino. "Cuando se nos pide cuidar a un hombre que sufre, que puede morir, no miramos ni su nacionalidad, ni su raza, ni su religión, ni su militancia política". Su partido, el socialista, se declaraba, en cambio, "estupefacto" por la "injustificable" presencia del palestino.

Decidido a blanquearse por completo, Mitterrand, cuya admiración por Israel es mucho más vieja y sólida que sus esfuerzos por comprender la causa palestina, animó personalmente a la justicia a emprender acciones contra el líder del FPLP. Funcionarios de la DST, el contraespionaje francés, procedieron en la madrugada de ayer a ocupar el hospital donde permanecía Habash.

El juez esperaba ayer la autorización de dos médicos designados por el Elíseo para interrogar a Habash acerca de su presunta relación con las armas y explosivos descubiertos en 1986 en el bosque de Fontainebleau. Ese material pertenecía a un grupo de extrema izquierda danés que, según los datos en poder del juez, efectuó robos, atracos y secuestros por cuenta del FPLP. El hospital Henri-Dunant, un centro especializado en problemas cerebrales, estaba rodeado por cientos de policías y sus portavoces afirmaban que el estado de Habash no era muy grave.

[Por otra parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Argelia hizo público ayer un comunicado en el que anunció oficialmente su determinación de acoger a Habash. "Argelia cree que la única vía honorable es permitir la evacuación del líder palestino a un país preparado para recibirle", aseguró una fuente del departamento de Exteriores en Argel, informa Reuter.

La misma agencia recogió en la madrugada de hoy que los doctores designados por un jurado francés determinaron que Georges Habash no se encuentra en condiciones de ser interrogado y que se le permitirá abandonar Francia hoy. No se ha confirmado la información de que el líder palestino fuera a volar a Argelia en las próximas horas.]

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