Elia Kazan: "Los directores de cine somos la sal de la tierra"
El cineasta dice que 'Átame' posee la mejor escena de sexo que ha visto nunca
¿Quién era el mejor alumno del Actor's Studio, Marlon Brando o James Dean? En opinión de Elia Kazan, "ninguno de los dos", pues "no estudiaban seriamente, tenían tanto talento que no necesitaban que les enseñaran nada". El director de Un tranvía llamado Deseo, La ley del silencio y Al este del Edén, que visita Barcelona con motivo de un ciclo homenaje en la Filmoteca de Catalunya, respondió ayer en rueda de prensa a cuestiones como ésta, aunque se negó a criticar en público a Brando -al que le ha endilgado algún pasaje vitriólico en sus memorias- y declinó opinar sobre los filmes dedicados a Colón y el Descubrimiento que se ruedan en España. Para Kazan, "los directores de cine somos la sal de la tierra".
Elia Kazan (Estambul, 1909) supo evitar las cuestiones más comprometidas y polémicas y evidenció en todo momento un carácter más que fuerte, visiblemente acostumbrado a mandar. A lo largo de una hora y media repitió como una letanía: "Lean mi autobiografía, que es un libro muy sincero, allí están mis mejores respuestas". La primera pregunta fue sobre su relación con Marlon Brando. Y la respuesta, muy diplomática: "No nos hemos hablado en 15 años; vive en California, y yo en el Este; tiene además una isla en el Pacífico, donde va mucho, mientras que yo viajo bastante por Europa. Hemos hecho cuatro películas juntos. Eso es suficiente". Añadió, no obstante: "Él quiere vivir como lo hace, y tiene dinero para ello, para vivir sin rodar; bueno, pues es su elección, tiene derecho a hacerlo, yo lo respeto. No quiero criticarlo". Del filme sobre Colón en el que trabaja actualmente Brando y del otro, Kazan insistió: "No tengo ninguna opinión, ninguna". Elia Kazan, que ha finalizado una nueva novela, de la que no quiere hablar, y que está "harto" de buscar dinero para el proyecto cinematográfico que lleva anos en cartera, considera América, América, que se proyectará hoy, con su asistencia, como el filme que le es "más próximo" y el "más personal" de los que ha rodado.En la retrospectiva completa que se le dedica falta un filme, Mar de hierba (1947), con Spencer Tracy y Katharine Hepburn, porque él mismo no ha querido que se pasara: "No me gusta, es una película falsa, la primera que hice bajo control del sistema de estudios; eso era nuevo para mí, y fui demasiado condescendiente. Tenía a dos estrellas que adoraba, sobre todo Tracy, pero ese filme estuvo demasiado producido: cada vez que la señorita Hepburn iba al lavabo volvía con un vestido nuevo".
Pese a que se muestra satisfecho de todas sus otras películas -"todas están muy cercanas a mí por sus temas"-, Esplendor en la hierba, La ley del silencio y Río salvaje le son especialmente queridas: "A partir de cierto momento pude hacer lo que yo quise, colaborar en los guiones; sí, esas películas se cuentan entre las más personales que he hecho". La ley del silencio (1954) no fue un alegato a favor de la denuncia: "No, no, es sólo una historia, y una historia que describe cosas que pasaban", dijo Kazan, que, rozando el tema de su colaboración con la comisión de actividades antiamericanas del anticomunista, MeCarthy sentenció: "No quiero contestar a los que me critican porque nunca cambian de opinión, conteste yo lo que conteste". De Al este del Edén dijo que rodarla le sirvió para entender mejor a su propio padre, un hombre muy autoritario: "Ese filme me ayudó a recobrar el equilibrio, y creo que a otras personas también". De Un tranvía llamado Deseo explicó que Vivian Leigh se implicó peligrosamente al interpretar a la desequilibrada Blanche Dubois.
Curiosamente, Kazan habló sobre todo de actrices -Milderd Dunnock, Lois Smith o Jo Van Fleet- Pero poco de actores. Al mencionar a Paul Newman, a propósito del Actor's Studio, que Kazan fundó y que Newman actualmente financia, dijo con ironía: "Es un hombre maravilloso y polifacético, hasta fabrica aceite, con lo cual el Actor's Studio de hoy se paga en parte con aceite". De intérpretes actuales como John Malkovitch, Mickey Rourke o Kevin Costner, manifestó: "No vivo para admirar actores, admiro las películas acabadas. Me gustan los actores, pero no siento ninguna pasión por ellos; sí en cambio por los escritores y los directores, que somos la sal de la tierra".
Del cine actual de EE UU y su futuro señaló: "Hay buenas noticias, han comenzado a surgir directores negros -como Spike Lee, amigo mío- que hacen películas estupendas; ese fenómeno va a irse incrementando". Kazan dijo conocer una sola película española, Átame, de la que aseguró que tiene la mejor escena de sexo que ha visto. ¿Cuál? "Aquella en la que follan".
Babelia
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