Fallece en Nueva York a los 94 años el director de cine Elia Kazan

El director de cine de origen turco Elia Kazan, considerado uno de los más influyentes tanto en el cine como en el teatro estadounidense, ha fallecido hoy a los 94 años de edad en su domicilio de Nueva York, ha informado a la prensa su abogado. Entre sus obras destacan Un tranvía llamado deseo y Al este del Edén.

Ganador de numerosos premios, Kazan recibió en 1999 el Oscar honorífico de la Academia del Cine estadounidense por su carrera profesional. Un premio que empañaron las protestas por su colaboración en el pasado con el Comité de Actividades Antiamericanas durante la denominada Caza de Brujas.

Siete de sus obras suman un total de 20 oscars, incluido el de mejor director por Gentleman's agreement (La barrera invisible), de 1947, y On the waterfront (La ley del silencio). En su filmografía hay obras como Muerte de un viajante, La Gata sobre el tejado de zinc, Dulce pájaro de Juventud, y grandes títulos de Hollywood como Viva Zapata, América, América y Esplendor en la hierba.

Nacido como Elia Kazanjoglous en Constantinopla (actual Estambul), en el desaparecido Imperio Otomano, el 7 de septiembre de 1909, en el seno de una familia griega, dirigió las producciones originales de títulos legendarios de Broadway como Un tranvía llamado deseo, que también llevó al cine.

Fundador del Actors Studio

Fundador y codirector muchos años del legendario Actors Studio, donde se enseñaba el popular método desarrollado por Konstantin Stanislavski, fue el director favorito de toda una nueva generación de ilustres dramaturgos estadounidenses, entre ellos Tennessee Williams y Arthur Miller, y recibió varios premios Tony por su labor tras los escenarios. También descubrió a grandes figuras de la interpretación, como Marlon Brando, James Dean o Warren Beatty.

El reconocimiento a su carrera quedó reconocido con el Oscar honorífico en 1999. Cuando se le entregó el premio el público que asistió a la entrega de galardones se mostró dividido entre la apreciación por sus muchos méritos artísticos o la condena por su colaboración con la máquina represiva del senador McCarthy. Kazan había reconocido ante el Comité de Actividades Antiamericanas haber sido miembro del Partido Comunista entre 1934 y 1936 y dio al comité los nombres de ocho de sus compañeros de partido, lo que le costó la animadversión de muchos de sus colegas.

"Tenía buenas razones para creer que el partido [comunista] debía salir de sus lugares ocultos a la luz para ser examinado, pero nunca dije nada porque me habrían llamado 'odia rojos'", escribió Kazan años después en su autobiografía de 1988, Elia Kazan: Una Vida, en la que aseguraba que "esa cosa horrible inmoral que hice fue por voluntad propia". Kazan se dedicó también a la literatura, actividad a la que consagró buena parte de su tiempo a partir de los años setenta y en la que también obtuvo el reconocimiento del público y de la crítica.