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La CE, preparada para retirar la flota pesquera de las aguas de Marruecos

La Comisión Europea ya tiene "un presupuesto preparado" para el amarre de la flota que faena en aguas de Marruecos, según fuentes del Ejecutivo de la CE. La medida obedece a la insinuación de Rabat de que se "presentarán problemas" para renegociar el acuerdo que expira en febrero. La medida afectará a 700 pesqueros españoles, que se benefician del 95% de las licencias concedidas a la flota comunitaria. En la primera ronda de conversaciones, celebrada a principios de diciembre, los representantes marroquíes dejaron caer la posible retirada por un periodo de dos meses.

Marruecos quiere vincular esta negociación al conflicto del Sáhara y, dentro del Gobierno, existen posturas divergentes sobre el contenido del acuerdo de pesca. El Ministerio de Pesca es partidario de obtener más compensaciones de la CE, mientras que el de Asuntos Exteriores quiere imprimir un carácter más político al convenio e introducir la posibilidad de revisión anual de licencias y tonelaje de capturas.Las autoridades comunitarias, para no caer en el chantaje de la larga negociación de finales de 1987 y principios de 1988, tienen ya preparado "un presupuesto para hacer frente durante seis meses al 100% del coste de tener la flota amarrada", según fuentes de la Comisión Europea. El Parlamento Europeo ha aprobado ya una enmienda al proyecto de presupuesto comunitario para el próximo año para disponer de esta partida de financiación extraordinaria.

A Marruecos se le ha hecho saber que, en el caso de ruptura, no sólo cesará la pesca, sino que la CE interrumpirá las importaciones de cítricos, pescado y otros productos marroquíes que disfrutan de aranceles de entrada privilegiados.

El comisario Manuel Marín, responsable de la política pesquera, viajará los próximos días a España para entrevistarse con el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y el delegado del Gobierno en esta comunidad autónoma, Leocadio Marín, para anticiparles las previsibles dificultades de la negociación. Las flotas artesanales de Andalucía y Canarias son fuertemente dependientes del caladero marroquí. De la pesca con Marruecos viven en España casi 150.000 personas.

El acuerdo por cuatro años firmado el 1 de marzo de 1988 supuso la comunitarización de un acuerdo bilateral que era una fuente de conflictos políticos para España. La CE paga a Marruecos una compensación por las licencias de 9.360 millones de pesetas anuales, que convierte a este acuerdo en el más importante de todos los suscritos por la Comunidad.

Los Doce, como compensación indirecta, aumentaron un 62% las ayudas financieras a Marruecos dentro del acuerdo global de cooperación. España, por su parte, tiene un convenio comercial y un protocolo finanaciero de más de 45000 millones de pesetas en ayudas a Marruecos. Los armadores están obligados a enrolar un porcentaje de tripulación marroquí y a compartir, al menos teóricamente, la propiedad de los pesqueros.

La CE intenta evitar un conflicto social y político como el que se desencadenó el 31 de diciembre de 1987. A las cuatro de la tarde de aquel día, cuando parecía alcanzado un compromiso para la prórroga de las negociaciones, llegó un télex de Rabat, firmado por el ministro de Asuntos Exteriores, Abdelladif Filali, en el que se comunicaba que todos los barcos comunitarios debían abandonar las aguas marroquíes antes de la medianoche.

El acuerdo final Marruecos-CE, en el que España traspasó toda su capacidad negociadora a Bruselas, fue suscrito el 1 de marzo de 1988. España ha venido disfrutando de un total de capturas similar a las obtenidas antes (algo más de 8 1.000 toneladas anuales), aunque el número de licencias disminuyó de 711 a unos 700 buques.

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