Alberti: "Soy feliz de vivir a la par que el siglo"
El poeta celebra en El Puerto de Santa Manía su 89º cumpleaños
ROSA MORA El día en que el poeta Rafael Alberti celebró su 89º cumpleaños fue muy largo y feliz. Tan largo que empezó el sábado con un emotivo recital con su amigo Paco Ibáñez y ha acabado esta madrugada con el tradicional pastel de cumpleaños. Hasta las doce de la noche no pudo el poeta enfrentarse a sus 89 velas. La fiesta debía cumplir el ritual. Rafael Alberto nació en El Puerto de Santa María (Cádiz) un día como éste, 16 de diciembre de 1902. Testigo de guerras, exilios, miedos, esperanza e ilusión, el poeta andaluz universal asegura: "Me siento muy feliz de vivir a la par que el siglo".
Es también el momento de los recuerdos. Están tan lejos en el tiempo y tan cerca en la memoria que Alberti ya no quiere saber si cumple 23 o 90 años. "Me siento como cuando cumplí 23 años. Fue un cumpleaños importante, inolvidable. Publiqué mi primer libro, me dieron el primer premio, Juan Ramón Jiménez me escribió una carta, aún la conservo. Ya no puedo hacer diferencias en esto de la edad. No sé si son 23 u 89. Sé que moriré sin saber realmente qué edad tengo".Lo importante es vivir, y Alberti prepara ya su 90º cumpleaños, y piensa en las cosas que tiene que hacer hasta entonces: recitales en Italia y en Francia, la edición de un nuevo compacto, el trabajo con Paco Ibáñez y Xavier Ribalta. Quizá escribir un nuevo texto para el homenaje a Dolores Ibárruri, ver crecer su museo, ver el nacimiento de la Fundación Alberti de El Puerto de Santa María... Dice que tiene muchas cosas que hacer. Está feliz de haber vivido el siglo, y sólo le preocupa "que acabe, bien". "No quisiera ver otra guerra. No quiero que el siglo XX acabe con otra guerra".
Sigue con atención los acontecimientos que se producen en el mundo, y se resiste a creer que uno de sus países míticos, la Unión Soviética, se desintegre. "No sé qué ha querido hacer Gorbachov y no sé adónde va a ir a parar la URSS. Lo único que sé es, que este país no se va a destruir, no se va a convertir en un país cualquiera; aunque quieran no podrán. La Unión Soviética tiene aún muchos recursos".
Y su memoria viaja del presente al pasado. "¿Cuántas veces he pasado miedo? Muchas. Cuando estaba en Berlín con Rosa Chacel y tuvimos que huir de la policía hitleriana, cuando tuve que escapar de España en la guerra civil, cuando tuve que huir de Francia en la II Guerra Mundial, aquella noche del 23 de febrero".
"He vivido demasiados años fuera de España". Casi 40, pero el poeta también encuentra en ello su lado positivo. Se siente ciudadano del mundo. Ha vivido tanto y tiene tantas ganas de vivir que no quiere ceder ante la nostalgia y se aferra al hoy y al mañana. El mañana son los proyectos, el trabajo. El hoy es lo inmensamente feliz y orgulloso que se siente del cariño que El Puerto de Santa María le demuestra. El hoy es celebrar su fiesta de cumpleaños con su familia".
Caballos para galopar
Lo primero que oyó ayer Rafael Alberti al despertarse fue el Cumpleaños feliz cantado por su familia con más voluntad que oído. Y lo primero que vio fue un enorme caballo de madera también regalo de su familia. Y luego llegaron los obsequios: otro caballo de madera, más pequeño, con el color azul que tanto gusta al poeta, de Paco Ibáñez. Todos pensaron lo mismo: "Rafael necesita un caballo para galopar".
Y aún más, un pequeño barco encerrado en una botella de cristal, y un llavero de plata, en forma de timón, con las llaves de la casa que el Ayuntamiento de El Puerto pone a su disposición "para que disfrute el lugar donde nació mientras viva", en palabras del alcalde de El Puerto, el independiente Hernán Díaz.
Y hay regalos a más largo plazo que El Puerto y Alberti se harán mutuamente. La casa museo que acogerá la donación que el poeta y María Teresa León hicieron a El Puerto y la nueva Fundación Alberti, que se dedicará principalmente a estudiar y difundir la obra del poeta y la de la generación del 27. "Desde luego, no organizaremos concursos de villancicos en nombre de Rafael Alberti", aseguró el concejal de Cultura de El Puerto, Juan Gómez. La fundación empezará a funcionar en 1993 -"algo hay que dejar para después del 92", dice el alcalde- Ya se ha elaborado el primer borrador de los estatutos, y ahora el Ayuntamiento se encuentra a la búsqueda de patrocinadores.
La casa museo dedicada a Alberti emprende esta semana la segunda fase de su plan de rehabilitación, con un presupuesto de 50 millones de pesetas. Las obras tienen una duración prevista de ocho meses, pero el alcalde intenta que este plazo se reduzca para inaugurar en mayo o junio de 1992.
Un litigio resuelto
El Ayuntamiento de El Puerto de Santa María resolvió el litigio que enfrentaba a Alberti con la Diputación de Cádiz, donde quedó depositada la donación del poeta y de María Teresa León, al reclamarla para El Puerto. "Estamos enamorados de la historia y de la obra de Rafael Alberti. Y estamos orgullosos de que por fin la donación Alberti-María Teresa León haya llegado a El Puerto".
Aplausos por bulerías en Andalucía
R. M. Dicen que lo más bonito que te puede pasar en la vida es que te aplaudan por bulerías en Andalucía. Rafael Alberti y Paco Ibáñez lo consiguieron el sábado por la noche en El Puerto de Santa María. Impresionante. Las 800 personas que lograron entrada -gratuita- para asistir al recital que el poeta y el cantante dieron en el viejo Salón Moderno de El Puerto apenas si lograron contenerse durante las casi dos horas que duró la actuación. Frases como "estamos tocando el fondo", "poderoso caballero es don dinero", "verde que te quiero verde", "nos queda la palabra", provocaron bravos y aplausos anticipados entre los asistentes.
Pero al final, cuando Alberti e Ibáñez, haciendo oír sus voces sobre la lluvia y el viento que azotaban la ciudad, entonaron juntos A galopar, la gente se puso en pie. Ochocientas voces cantaron juntas: "A galopar, a galopar, hasta enterrarlos en el mar". Fue como un viaje a la nostalgia y al pasado. Luego el silencio y luego un estruendoso aplauso por bulería, de esos que no se olvidan. No hubo respeto ni admiración por el viejo joven poeta. Hubo electricidad y comunicación total entre Alberti y su ciudad. El poeta es profeta en su tierra.
Sólo el principio
Y éste fue el principio del homenaje de El Puerto a Alberti y de Alberti a El Puerto. Y continuará. Mañana habrá teatro, a cargo de José Luis Pellicena, con la obra Las ramas de la arboleda perdida; y el próximo viernes, una sesión de poesía musicada de Rafael Alberti por la soprano Pilar Suárez y el pianista Rafael Prieto; y en el mes de enero, una exposición sobre Rafael Alberti y la generación del 27; en febrero, la muestra Rafael Alberti pintor, que exhibirá parte de los fondos nunca vistos de la donación realizada por Rafael Alberti y su primera mujer, la escritora María Teresa León.
Babelia
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