División entre optimistas y pesimistas en la clausura de la reunión del Club de Roma

ENVIADO ESPECIALLas discrepancias entre optimistas y pesimistas salieron a la luz en los debates de la conferencia anual del Club Roma, que concluyó ayer en Punta del Este (Uruguay). El príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, que asistió a gran parte de las reuniones, expresó su satisfacción ante el potencial intelectual expresado, que consideró muy útil para su generación, escéptica ante el liderazgo.

Las palabras del presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el uruguayo Enrique Iglesias, en el discurso de apertura de los debates marcaron casi toda la jornada del martes y sirvieron para dividir las aguas entre optimistas y pesimistas. El príncipe Felipe tuvo ocasión de ver el choque de posiciones entre el -ex presidente de. Colombia, Belisario Betancur, y el economista mexicano Víctor Urquidi. Betancur se declaró optimista y argumentó que en la cumbre iberoamericana de Guadalajara (México) se habían conseguido "conclusiones muy concretas y nada retóricas". Añadió Betancur que la retórica ha sido uno de los grandes males de América Latina y expresó la seguridad de que las cumbres iberoamericanas continuarán en Madrid elaño próximo y, probablemente, en la República Domicana en 1993.

Hubo un momento de humor cuando Betancur aludió a la mala connotación que tiene la palabra política en América Latina y recordó que ese término, añadido a la madre, da como resultado la madre política, es decir, la suegra. En ese momento el príncipe Felipe se echó a reir e inició un amago de aplauso.

Replicó a Betancur el mexicano Urquidi, quien, de forma tajante, afirmó que, "con todo el respeto para los presidentes y jefes de Estado asistentes", la declaración de la cumbre de Guadajara es un documento insulso, "fue nada, nada más que retórica".

Antes de abandonar Punta del Este con destino a Montevideo, el Príncipe intervino en inglés con unas palabra improvisadas. Dijo el Príncipe que es agradable "para una persona joven como yo" ver tanto potencial intelectual y añadió que en su generación hay muchas dudas sobre el liderazgo.

El Príncipe ha mantenido contactos con la colonia española en Uruguay. Hoy tiene previsto abandonar el país y dirigirse a México.