Manufacturas Michael Jackson
La autocensura del vídeo del cantante americano dispara el lanzamiento de 'Dangerous'
El cantante norteamericano Michael Jackson no sigue los pasos de Madonna, pero parece utilizar sus mismas armas comerciales. El pasado viernes, el cantante anunció que iba a suprimir la escena final de su nuevo vídeo musical Black or white, en la que Jackson toca la parte genital de su cuerpo en un gesto que va más allá de lo que él mismo puso de moda durante su gira Bad, ademán que fue inmediatamente adoptado como una actitud intrínsecamente unida a la cultura rap y que fue utilizada por la propia Madonna como un claro gesto de afirmación sexual femenina en un mercado dominado por el machismo.
La autocensura de Jackson ha disparado el lanzamiento publicitario de su nuevo álbum, Dangeorus -Peligroso-, que sale a la venta el próximo día 26. El cantante parece haber utilizado de forma distinta las mismas tácticas desplegadas por Madonna durante los dos últimos años. En 1990 durante su última gira mundial, la famosa Material girl se negó a suprimir en Toronto, por exigencias de las autoridades locales, una escena en la que acariciaba su pubis y se masturbaba. La superestrella consideró que la exigencia de los responsables judiciales de Ontario representaba un atentado a la libertad de expresión.Madonna, como ocurre ahora con Jackson, también supo jugar sus cartas un año después. Su vídeo Justify my love, un cuento sado-homo-hetero-erótico-sexual en el que recoge una de las canciones de su último disco, no fue emitido por la cadena de televisión MTV por considerar que era demasiado atrevido, obsceno, si nos remitimos al momento histórico en el que se produjo la polémica,
El resultado de la negativa de MTV fue un increíble lanzamiento publicitario mundial del vídeo, el disco y la gira de Madonna. La estrella siempre negó las acusaciones de que MTV y ella misma idearon todo el montaje para aparecer en los periódicos y ganar, en definitiva, más dinero. El paralelismo entre la negativa de Madonna a suprimir ciertas escenas de su concierto de Toronto y el retoque que Michael Jackson ha aceptado en su clip hace pensar inevitablemente en la autopromoción. Para muchos resulta dificil creer que un proyecto como el videoclip de Jackson, cuyo coste se eleva a los 440 millones de pesetas, tenga que ser recortado por unas miles de llamadas de protesta recibidas en las emisoras que decidieron emitir el pasado jueves Black or white.
Puesta en escena
La puesta en escena de Black or white no pudo ser mejor. La cadena Fox emitió el vídeo poco después de que terminara uno de los capítulos de la serie infantil The Simpsons, registrando el mayor índice de audiencia de su historia. MTV y Black Entertainment Television también emitieron la cinta. La escena en la que Jackson toca sus genitales fue lo que provocó la avalancha de llamadas a la Fox criticando la emisión del video. En Gran Bretaña, la escena fue similar, aunque con coordenadas distintas. El clip fue censurado antes de su primera emisión.Los productores de Black or white, y el propio Jackson, se han declarado sorprendidos por el efecto de la polémica, a pesar de que muchos hayan visto en la polémica que ha rodeado al clip un claro ejemplo de manipulación del mercado y una maniobra de marketing de altísimo nivel, como ocurrió en su día con Madonna y Justify my love.
El vídeo de Michael Jackson, que desarrolla una de las canciones de su nuevo álbum, tiene un fuerte significado político-social. Jackson es uno de los iconos de esta sociedad y sus alusiones a los blancos, los negros, la lucha racial, la violencia y las relaciones homo-heterosexuales han dado en la diana. "No voy a pasar mi vida siendo un negro, no me preocupa si eres blanco a negro", se dice al final del vídeo.
El clip ha significado también la vuelta a escena del personaje, prácticamente recluido desde su gira mundial Bad en 1989. Sus escasas apariciones, como en la reciente boda de Elizabeth Taylor, han contribuido a crear un mito.
Babelia
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