Peligro: fallan los riñones

Cuando los riñones dejan definitivamente de funcionar, incumpliendo su misión de depurar la sangre del organismo, se produce una insuficiencia renal crónica (IRC). Ésta provocaba, hasta 1960, irremediablemente, la muerte del paciente. Tras esa fecha, el trasplante y la diálisis se configuraron como las dos alternativas para mantener al enfermo con vida, pero el fallo renal crónico sigue siendo el principal reto de la nefrología mundial. Sin embargo, según el experto de EE UU Barry Brenner, el control de la presión sanguínea del riñón con una dieta baja en proteínas y los nuevos inhibidores pueden evitar el 80% de los fallos renales.

Según José Luis Rodicio, destacado especialista de este campo, el desafío más importante es la prevención. "Gracias a la aparición del trasplante y de la diálisis", dice, "es posible mantener a estos enfermos con vida. Es decir, hemos conseguido un tratamiento eficaz para este problema. Pero todavía no podemos actuar directamente sobre su origen para prevenirlo".Diabetes, hipertensión, malformaciones congénitas renales o urinarias y ciertas enfermedades del riñón, como la glomerolunefritis y la litiasis, son algunas de las causas de la IRC. "A veces", apunta Rodicio, "cuando están bien diagnosticadas esas causas, podemos actuar intentando controlarlas. De esta forma, al menos se enlentece el deterioro del riñón".

Barry Brenner, profesor de Nefrología de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), arrojó un rayo de esperanza al presentar en el reciente congreso de la Sociedad de Nefrología, celebrado en Madrid, un estudio realizado en animales, en los que se lograba prevenir el fallo renal mediante unos medicamentos llamados inhibidores de la ECA. Este especialista, que pronto iniciará su investigación en humanos, subrayó que la prevención de la IRC empieza por el control de la tensión intrarrenal, y ésta no coincide necesariamente con la general de la persona ni se detecta mediante la prueba habitual de toma de tensión.

Brenner afirma que controlando la presión sanguínea del riñón mediante una dieta baja en proteínas y los inhibidores de la ECA se podría evitar el 80% de los fallos renales. Y calificó este descubrimiento como "Ia revolución más estimulante de la nefrología después del trasplante y la diálisis".

Cada año aparecen en España 1.400 nuevos enfermos de fallo renal crónico. Aunque no todos son susceptibles de trasplante, la mayoría sí vería solucionado su problema recibiendo un riñón. Desde que hace dos años se creó la Organización Nacional de Trasplantes, nuestro país se ha convertido en el segundo del mundo en donantes de órganos".

Cifra récord

"La proporción española de hospitales con programas de trasplantes es superior a la de la CE", revela Fernando Valderrábano, presidente de la SEN. Según este nefrólogo, más de un 25% de los 5.000 españoles que hay en lista de espera pueden acceder a un trasplante."El año pasado", dice Valderrábano, "alcanzamos la cifra récord de los 1.240 trasplantes. La realidad actual nos hace pensar que en poco tiempo tenderán a igualarse la demanda y la oferta de órganos renales para el injerto".

El problema del rechazo sigue siendo el caballo de batalla en los enfermos trasplantados. Este riesgo, que persiste de por vida, ha logrado ser controlado poderosamente gracias a los fármacos inmusupresores, sobre todo a partir de 1980 con la aparición de la ciclosporina. El índice actual de éxitos se sitúa en torno al 85%-90%.

Pero frente a la potente acción antirrechazo de la ciclosporina pueden aparecer efectos no deseados, como infecciones y tumores malignos de origen vírico. "Para reducir sus eventuales efectos tóxicos, hoy en día estamos combinando ciclosporina con imurán, otra droga antirrechazo", dice Roy Calne, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).