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Las universidades de Madrid, alarmadas ante el recorte presupuestario

Los rectores de las universidades madrileñas están alarmados ante las negativas repercusiones de una eventual disminución de los recursos para la Universidad si se cumplen las previsiones de los Presupuestos para 1992. Su inquietud se puso de manifiesto en un coloquio celebrado en la noche del pasado miércoles en el Casino de Madrid.

En un debate con el que se inauguraban las actividades culturales del nuevo curso en el Casino de Madrid, los rectores de cuatro de las cinco universidades madrileñas (el de la Carlos III, Gregorio Peces-Barba, no pudo asistir) coincidieron en su alarma ante los importantes recortes previstos en el proyecto de ley de Presupuestos que el Gobierno ha enviado a las Cortes, y que, según dijeron, afectarán más gravemente a los capítulos de inversiones.El rector de la Complutense, Gustavo Villapalos, manifestó su temor de que la Universidad vaya a ser, una vez más, la más perjudicada por la "política de ajuste" que la situación económica del país requiere. Villapalos opinó que ya parece una fatalidad el que cuando las cosas no van bien tenga que ser la educación en general, y la Universidad en particular, una de las principales víctimas del ajuste. El rector de la hipermasificada Complutense (circunstancia de la que, según dijo, "la Universidad es víctima y en modo alguno culpable") afirmó que los salarios de los profesores universitarios españoles son los más bajos de Europa, y que los programas de inversiones para la Universidad, cuya duración se cambia en función de la coyuntura económica del país, se van al traste constantemente, en realidad, porque no se decide, de una vez por todas, dar a la enseñanza superior la prioridad política que requiere.

Dientes de sierra

Por su parte, Manuel Gala, rector de la Universidad de Alcalá de Henares, dijo que es intolerable la figura de "dientes de sierra" en la política de formación del capital humano. Gala dijo que el gasto en educación, que es un proceso muy dilatado en el tiempo, no admite altibajos ni interrupciones.El rector de la Politécnica, Rafael Portaencasa, abundó en la trascendencia de la inversión en "recursos humanos", con especial atención al problema del profesorado. Su nivel salarial, según Portaencasa, no es, ni de lejos, competitivo con el de las empresas industriales o de otros servicios. Por esa razón dijo que si ya es malo limitar el crecimiento de sus salarlos al porcentaje estricto del aumento del IPC, todavía más dramático puede resultar frenar la inversión en su formación.

El rector de la Universidad Autónoma, Cayetano López, lamentó la contradicción entre el relevante papel que la sociedad le reconoce a la Universidad con la realidad de que, a la hora de discutir la política presupuestaria en el Parlamento, se tienda a pensar que la Universidad no es un "gasto social" ni una "inversión productiva" ni tampoco "infraestructura". La acción de la Universidad, según Cayetano López, se percibe seguramente como algo a "Iargo plazo", lo que facilita el irla dejando de lado cuando la coyuntura económica no es favorable, y, consecuentemente, el irreparable daño social que esa actitud comporta.

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