La OTAN reducirá en un 50% sus fuerzas convencionales en Europa central

ENVIADO ESPECIALLa OTAN "se plantea reducir en un 50% sus fuerzas convencionales en Europa central" de aquí a 1995, afirmó ayer su secretario general, el alemán Manfred Woerner. Vaticinó también que Estados Unidos acabará disponiendo en Europa de tan sólo un cuerpo de ejército -ahora cuenta con casi 300.000 soldados-, unos pocos aviones y una infraestructura para, en caso de necesidad, poder traer refuerzos.

Woerner hizo este anuncio al comentar la última oferta del presidente- norteamericano, George Bush, sobre la reducción de armas nucleares. Calificó de "prudente" la reacción del presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, a la iniciativa de Bush, pero pronosticó que "la URSS llegará al mismo resultado en lo que se refiere a las armas tácticas", aceptando así la propuesta de Estados Unidos.

En cuanto a las armas nucleares estratégicas, "será para ellos más difícil" pactar, señaló Woerner, porque los norteamericanos proponen "acabar con los misiles móviles y con cabezas múltiples, y es justamente en este terreno en el que la URSS ha hecho el grueso de su esfuerzo".

[El viceministro soviético de Asuntos Exteriores, Vladímir Petroviski, aseguró al respecto ayer que la Unión Soviética está dispuesta a seguir el ejemplo de Estados Unidos en la reducción de los arsenales nucleares, añadiendo que la propuesta de Bush "abre la posibilidad de avanzar decididamente hacia el desarme nuclear", informa Rodrigo Fernández.]

Woerner, que viajará a Madrid dentro de tres semanas, se pronunció por que "se mantenga en la URSS una estructura unitaria del mando militar que conserve el control del armamento nuclear que debería ser concentrado en territorio ruso o, mejor aún, destruido". El frustrado golpe de Estado en Moscú ha tenido sobre la OTAN una doble repercusión: "Reforzar la cooperación con la URSS y elevar a un nivel superior las relaciones con una Europa del Este que ve a la Alianza como una garantía de seguridad".

El secretario general de la OTAN justificó, por último, la persistencia de su organización por la necesidad de contrarrestar el peso de Rusia, que, por ejemplo, dijo, supera en extensión a Estados Unidos y Canadá. "Europa sola no puede ser el contrapeso", aseguró.

La OTAN apoya, sin embargo, los intentos de la CE por disponer de una política exterior común, añadió, "pero sin que dañe la relación transatlántica" con Washington. "No vemos a la Comunidad como un rival".