Shamir se muestra optimista sobre la marcha del proceso de paz en Oriente Próximo
El primer ministro de Israel, Isaac Shamir, ha manifestado que está feliz porque el proceso de paz en Oriente Próximo ha sido amarrado y ha expresado su esperanza en que las negociaciones futuras no perjudicarán los intereses israelíes y que acabarán por instaurar la paz entre su país y los vecinos árabes. Este tono optimista, conciliador incluso, lo ha puesto de manifiesto Shamir en unas declaraciones a la radio del Ejército israelí.A la cuestión de si está dispuesto a un compromiso con los arabes, Shamir responde que eso "depende del compromiso". Cuando se le pregunta si el acuerdo puede alcanzar también al Golán, el primer ministro hace una finta: "No esperará usted que inicie las negociaciones con Hafez el Asad [presidente sirio] a través de las ondas de radio". Pero sí ha utilizado esas ondas para dirigir un preciso mensaje político a los árabes: nada de convertir la conferencia de paz en un tribunal en el que los abogados de los intereses árabes enarbolen las resoluciones de la ONU para exigir, sin más, que Israel se autoejecute.
Con relación a la posibilidad de que los dirigentes palestinos de los territorios ocupados, Faisal al Hulseini y Hanan Ashraui, sean detenidos a su regreso por haber participado en las reuniones del Consejo Nacional Palestino recientemente clausurado en Argel, Shamir declaró que no era él quien podía responder a esa pregunta, ya que se trata de una decisión que compete a las instancias pertinentes.
No obstante, este periódico ha podido averiguar que las fuerzas de seguridad israelíes han recibido instrucción de no actuar con demasiado celo contra los dos dirigentes palestinos. Serán interrogados a su retorno, pero no detenidos. Shamir sabe. que estas dos personalidades son interlocutores privilegiados del secretario de Estado norteamericano, James Baker. Y Shamir quiere ahora evitar nuevos choques con los norteamericanos.
Una vez dicho esto, Shamir precisó que ni Huseini ni Ashraui serán aceptados por Israel en las conversaciones de paz.
El primer ministro parece decidido a participar en la ceremonia inaugural de la conferencia, y las amenazas de dimisión lanzadas por sus ministros ultranacionalistas no le haran cambiar de opinión. Sharáir está dispuesto, en ese caso, a continuar el proceso de paz con un Gabinete minoritario, porque sabe que, en el caso de que se marchen los ultranacionalistas, puede contar con los votos de los laboristas para lograr la mayoría parlamentaria.
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