El Parlamento alemán debate la 'polémica' ley unificada del aborto

La batalla política en torno a la nueva ley del aborto en Alemania puede ser el detonante definitivo que acabe con la coalición democristiana liberal que Gobierna en Bonn desde hace casi diez años. El debate para la unificación legal de esta peliaguda materia, que quedó pendiente tras la unión de los dos Estados alemanes, acaba de comenzar en el Bundestag y está empujando a los liberales (FDP) hacia la oposición socialdemócrata (SPD) para impedir que cuaje el proyecto de ley muy conservador de la CDU y sus socios bávaros de la CSU.

En la actualidad el aborto es libre durante los tres primeros meses de gestación en el territorio de la ex RDA, mientras que en la parte occidental del país se parece bastante a la reglamentación española. Contempla exclusivamente cuatro casos; violación, peligro para la madre, graves deformaciones del feto y crítica situación social.En todo caso, en Occidente, la mujer debe someterse a la decisión, bien de un médico, bien de asociaciones cívicas o religiosas. Las religiosas nunca conceden el permiso, por lo que, de hecho, la única asociación que funciona es la llamada Pro Familia, una institución privada formada por médicos y asistentes sociales. Sólo cuando la mujer, tras someterse al consejo, ha conseguido un documento de esta asociación en el que se acepta su petición de abortar, puede dirigirse con él a un médico, que nunca deberá ser el mismo que consultó. El médico, por su parte, también puede negarse.

.La nueva propuesta democristiana, que ha sido falsamente presentada como un "compromiso" entre las dos leyes que rigen actualmente en las dos partes del país, significa de hecho un endurecimiento de las condiciones que se aplican actualmente en Occidente al reducir a dos el número de casos; el llamado médico y el psicosocial, desapareciendo la mención específica a caso de violación.

Decisión médica

Desaparece también el recurso a Pro Familia, que ha sido últimamente acusada de "repartir a todas las mujeres las papeletas para abortar" por los sectores más conservadores del país, dejando la última decisión exclusivamente en el médico. La clase médica, a la que se le pide que "fije por escrito los motivos por los que ha tomado la decisión de proceder a un aborto", ha puesto el grito en el cielo. La existencia de este documento abre la puerta para que cualquier médico que realice abortos pueda ser juzgado por los tribunales a instancia de cualquier persona.

La gestación del proyecto en el seno de la CDU ha puesto en evidencia los cambios habidos en Alemania desde la unificación. El equilibrio de casi el 501/6 entre católicos y protestantes se ha roto ahora a favor de estos últimos, ampliamente mayoritarios en la ex RDA, lo cual ha favorecido al ala izquierda del partido.