El síndrome de fatiga crónica es causado por las defensas activadas, según una investigación en EE UU

La permanente activación del sistema inmunológico del organismo tras sufrir una infección por un virus parece ser la causa directa del síndrome conocido como fatiga crónica. Las defensas de la persona se mantienen activadas durante meses, según un estudio en 147 pacientes realizado por Jay Levy, de la Universidad de California en San Francisco (EE UU).Los hallazgos indican que la fatiga crónica está causada por un virus que actúa durante mucho tiempo o que existe una causa genética que afecta al sistema inmunológico, según Levy, que publica los resultados de su trabajo en el número de esta semana de la revista The Lancet. "Si existe una causa genética, esto significaría que una vez que el sistema inmunológico está expuesto al agente que lo activa, responde demasiado por un defecto en el propio sistema", afirma Levy.

El síndrome de fatiga crónica, también conocido en Estados Unidos como la gripe de los ejecutivos es una enfermedad mal conocida que aparece normalmente con un ataque de gripe, pero el paciente sigue presentando los síntomas de la gripe, como dolores musculares, faringits, inflamación de las glándulas, dolor de cabeza, mareos y naúseas, mucho después de pasar la fase aguda de la infección.

No hay tratamiento

Levy encontró que los enfermos que presentan los síntomas más severos también tienen el sistema inmunológico más activo y que en aquellos en los que la enfermedad desaparece su sistema inmunológico vuelve a la normalidad.

Aunque la teoría del virus es la más aceptada no se ha podido aislar todavía ninguno y no existe tratamiento para la enfermedad. Esta misma semana, otro investigador californiano comunicó la identificación de un virus candidato.

"Necesitamos aislar el virus que causa este falta de equilibrio en el sistema inmunológico y al mismo tiempo poner a punto un tratamiento para reequilibrar el sistema", concluye Levy. En seis de los 147 pacientes estudiados por él, el sistema inmunológico permanecía activo durante más de un año, periodo en el que los síntomas persistían.