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Los ultraconservadores de EE UU ganan una nueva batalla contra el 'arte obsceno'

El Senado restringe las subvenciones a las obras que muestren actividades sexuales

Los ultraconservadores de Estados Unidos han ganado una nueva batalla legal. El pasado jueves el Senado aprobó una enmienda que restringe en un 13% las ayudas federales al denominado arte obsceno. El debate arrancó en junio de 1989 cuando la Corcoran Gallery de Washington canceló por presiones oficiales una exposición homoerótica del fotógrafo Robert Mapplethorpe. Jesse Helms, un viejo senador republicano de Carolina del Norte, se convirtió en el martillo de herejes, al declarar entonces que "ni un sólo dolar público debe financiar el arte obsceno".

Helms, un radical que se opone al aborto, a las ayudas a las minorías que se ha declarado comisario a la plena aplicación de la primera enmienda de la Constitución, la que garantiza la libertad de expresión, ha conseguido que la Cámara aprobara la enmienda. La Cámara cuenta con la mayoría demócrata. La votación arrojó un resultado de 68 a 228 y sus primeras consecuencias afectaran al capítulo de subvenciones del denominado Fondo Nacional del Arte (NEA), un organismo que se dedica, básicamente, a la promoción de arte marginal, un sector cuya producción no suele ser del agrado de las clases conservadoras pero que, amparado en la libertad de expresión, suele reflejar con mucha claridad el pensamiento de las clases oprimidas.

Sexo y religión

El sexo y la religión, los dos elementos más utilizados por los artistas vanguardistas, han sido el principal motivo de la polémica. Crucifijos en cubos llenos de orina o fotografías de homosexuales o sadomasoquistas jugando con niños o niñas de corta edad erizaron los pelos de los republicanos y Helms inició una campaña encaminada a demostrar ante el Senado que "ni un sólo dólar público puede financiar este tipo de arte". Y lo ha conseguido.

Las palabras de Helms no han caído en saco roto. Su enmienda reafirma un proyecto de ley anterior que ya impedía determinadas subvenciones. El senador de Carolina del Norte opina que el Fondo Nacional del Arte no actuó con rigidez y que sus dirigentes continuaban dando dinero al arte obsceno y a los artistas "pervertidos".

El texto de la enmienda es claro. El NEA tiene prohibido utilizar un sólo dólar de sus fondos federales para "promocionar o distribuir materiales que describa, en una aparente forma ofensiva, actividades sexuales o excretorias, así como órganos genitales".

No contento con haber conseguido su objetivo, este senador ha introducido una nueva enmienda que afectaría al sistema de distribución de fondos de la NEA y un recorte de ayudas que afectarían de forma inmediata a un gran número de exposiciones previstas en Nueva York, Washington, Los Angeles, Minneapolis y San Francisco.

Si se aprueba esta nueva enmienda la NEA verá reducido su capítulo de ayudas federales en 64,6 millones de dólares. Los vanguardistas que no tienen acceso a las galerías de arte quedaran marginados y sus obras sólo se podrán exponer en un sitio: en la calle.

Durante el debate del jueves no se registraron muchas intervenciones. La republicana de Kansas, Nancy Kassebaum, se quejó de que la NEA no hubiera hecho caso al Senado hace un año y que sus dirigentes continuaran empeñados en promocionar o ayudar a determinados artistas. "Muchos americanos tienen legítimas preocupaciones de la forma en que se usan sus impuestos y que su destino sea la promoción de determinado arte", comentó.

Uno tras otro los senadores criticaron a la NEA sin hace caso del pronunciamiento hecho unas horas antes por el presidente de esta organización, John Frohnmayer, quien alertó a los legisladores de que cualquier recorte, "impediría la puesta en marcha de importantes programas en distintas disciplinas artísticas y los afectados serían desde las más grandes instituciones artísticas hasta los programas educativos para niños".

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