Los ministros de Exteriores de la CE buscan fórmulas para crear una nueva Yugoslavia

La conferencia internacional de paz patrocinada por la Comunidad Europea comenzó ayer en La Haya con el objetivo de crear una nueva Yugoslavia. El gran obstáculo es encontrar una fórmula de confederación, asociación u organismo de representación supranacional que satisfaga a todos. Los discursos de la jornada inaugural pusieron de manifiesto las diferencias que separan a Serbia de Eslovenia y Croacia. Los ministros de Exteriores de la CE, la presidencia federal y los presidentes de las seis repúblicas yugoslavas suscribieron una declaración en la que se comprometen a un inmediato alto el fuego, a negociar una solución y a no reconocer cambios de fronteras no acordados previamente.

"La vieja Yugoslavia ha muerto", manifestó el ministro español Francisco Fernández Ordóñez para poner de relieve el profundo cambio de posición que ha experimentado la CE, que todavía el mes de julio defendía la unidad y la integridad territorial de Yugoslavia. En nombre de los Doce, el ministro holandés Hans van den Broek dejó claro que "habrá que reemplazar la actual estructura constitucional de Yugoslavia a través de nuevos acuerdos políticos".A tenor de los 12 discursos, Ocho por parte yugoslava y cuatro por la comunitaria- de. esta primera jornada para la paz, el actual Estado federal yugoslavo es contestado por todos, salvo por Slobodan Milosevic presidente de Serbia. "Las frontera"; exteriores de Yugoslavia están reconocidas internacionalmeríte. Las interiores son puramente administrativas", dijo.

El presidente federal, Stipe Mesic, habló del derecho a la autodeterminación, incluido "el de secesión y asociación", para todas las repúblicas por igual. El primer ministro federal, Ante Marcovic, recordó la catastrófica situación económica y, en aras del realismo, defendió la necesidad de una futura "federación o confederación" capaz de asegurar una política exterior, una defensa y una moneda comunes para todos los pueblos de la actual Yugoslavia. El presidente de Macedonia, Kiro Gligorov, al igual que sus colegas de BosniaHerzegovina y Montenegro, pareció inclinarse ipor un modelo confederal.

Pero el presidente esloveno, Milan Kucan, y el croata, Franjo Tudjman, fueron más lejos. Para ellos, la existencia de Eslovenla y Croacia como Estados independientes es innegociable y, en lugar de un objetivo, es un punto de partida para esta conferencia de paz. El ministro esloveno de Exteriores presentó a los periodistas una solución basada en hacer de Yugoslavia una serie de Estados organizados bajo un acuerdo similar al de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE). Advirtió que la declaración de independencia, aplazada hasta el 7 de octubre, se hará, prospere o no la conferencia.

El resto del contenido de los discursos fueron acusaciones cruzadas sobre la invasión serbia o el secesionismo croata y esloveno como origen de un enfrentamiento "al borde de la guerra civil, si no ha cruzado ya esta raya", en expresión del holandés Van den Brock.

Los trabajos de la conferencia entran ahora en una fase de grupos de trabajo para establecer el procedimiento hasta que el próximo jueves se inicie la sesión plenaria. Ésta se desarrollará a nivel de representantes, y tanto los ministros comunitarios comolos presidentes yugoslavos no volverán a reunirse hasta que no se vislumbre una posibilidad de acuerdo.

El único éxito hasta ahora de la conferencia es la asistencia de todas las partes implicadas. "Con buena voluntad todo es posible", señaló lord Carrington, presidente de este foro, quien en un esbozo de sus artes diplomáticas avanzó que "las soluciones se buscarán fuera de la cara del público, en conversaciones bilaterales y de pasillos". También insinuó la posibilidad de viajar a los lugares de conflicto para formarse una opinión personal.

Protagonismo de la CE

La CE, que forzó la celebración de la conferencia aun sin conseguir antes el alto el fuego, asume una grave responsabilidad si quiere salvar su protagonismo internacional, gravemente empañado desde el acuerdo de Brioni, firmado el 7 de julio y hasta ahora incumplido. En los enfrentamientos han muerto más de 2.200 personas y 140.000 se han quedado sin casa, según el parte de guerra leído por el presidente croata, Tudjman.

"La CE se está jugando su crédito y su propia cohesión interna, porque ésta es la crisis más grave desde la Segunda Guerra Mundial", señaló el ministro francés Roland Dumas. El peso de la CE radica en su poder económico para salvar a Yugoslavia de la bancarrota. "La cooperacíón con los pueblos yugoslavos está subordinada al éxito de la conferencia", amenazó el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, el único que en su intervención, en lugar de hablar con el corazón, echó mano al bolsillo.