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El ministro israelí Levy analiza en Egipto los problemas del plan de paz

El ministro israelí de Asuntos Exteriores, David Levy, llegó a primera hora de la tarde de ayer a El Cairo, para una visita oficial de tres días, primera de un ministro de Exteriores de ese país desde 1979 y que no ha tenido parangón desde 1989, en que el entonces titular de Defensa Isaac Rabin visitó la capital egipcia. Levy, al que anoche iba a ser recibido por el presidente, Hosni Mubarak, analizará el problema de la representación palestina en una eventual conferencia de paz, y las medidas de creación de confianza entre árabes e israelíes.

La diplomacia egipcia ha tenido la precaución de precisar su postura, en todas esas cuestiones, horas antes de la llegada de Levy. El propio Mubarak ha advertido del riesgo de que el primer ministro israelí, Isaac Shamir, haga fracasar las negociaciones de paz, "si no está dispuesto a intercambiar paz por territorios" Ahora, Levy tendrá que escuchar esa toma de posición de forma oficial, y transmitir a sus interlocutores la visión de su país al respecto."Tenernos que trabajar juntos, intercambiar puntos de vista y revisar la situación en conjunto, para sacar adelante el proceso de paz", declaró Levy a su llegada a El Cairo. De momento, Israel ha retrasado su respuesta final a la iniciativa estadounidense para una pronta convocatoria de la conferencia de paz, a la espera de que Washington logre un acuerdo sobre la composición de la delegación palestina. Este obstáculo podría superarse en el curso de esta semana, cuando, como ayer anunció Levy antes de salir de Tel Aviv, regrese a la región el secretario de Estado norteamericano, James Baker.Acuerdos y diferencias

Tanto Egipto como Israel están de acuerdo en la formación de una representación conjunta jordano-palestina. Sin embargo, y a falta de la aceptación palestina, susbsisten diferencias. El sábado, el ministro egipcio de Exteriores, Amer Musa, dejó claro que El Cairo defiende la participación de palestinos de Jerusalén Este en la conferencia. Lo que significa, según sus palabras, que "Jerusalén Este forma parte de los territorios ocupados, y por lo tanto todo lo que se aplique a Cisjordania, Gaza y el Golán, debe aplicársele igualmente".A este respecto, Levy ha recordado la postura israelí en una entrevista concedida a diario cairota Al Ahram. En su opinión, los palestinos que deberían participar tienen que ser habitantes de "Judea y Samaria", el nombre his,tórico con que los israelíes denominan a Cisjordania. Otro de los puntos de conflicto en esta visita va a ser el de los asentamientos judíos en los territorios ocupados, en cuyo cese ha insistido sin éxito el presidente Mubarak.Zanahoria y sombra de palo

Pero a pesar de las ya conocidas diferencias entre Israel y el único país árabecon el que ha firmado la paz, la importancia de este viaje radica sobre todo en el hecho de que se haya realizado. Como recordaba en su editorial de ayer el diario cairota Al Gomhuria, desde que los esfuerzos de paz encallaron en marzo de 1990, no había habildo ninguna reunión seria con funcionarios israelíes. La última visita de nivel ministerial a El Cairo se remonta a la que, en septiembre de 1989, realizó Rabin.

Medios israelíes, por su parte, señalan que aumentan las presiones para que el primer ministro Shamir diga sí a la conferencia de paz propuesta por el presidente norteamericano, George Bush. Mieratras los egipcios cubren de honores a Levy, los norteamericanos utilizan sobre todo la zanahoria, pero no dudan en mostrar -cada tanto- el palo.

El ministro de Defensa israelí, Moshe Arens, ha percibido la sombra de ese palo, en su visita de estos días a Washington. Se le ha hecho entender que Bush está decidido a lanzar, conjuntamente con el presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, las invitaciones para la conferencia de paz, cualquiera sea la decisión final de Israel. El comunicado común de la cumbre soviético-norteamericana que manana y pasado celebran ambos en Moscú men cionará simplemente que sólo e Gobierno israelí no ha aceptado participar. Es esto lo que ha lle vado, al parecer, a Arens a decla rar en Washington que Israel dice ... en principio, sí.

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En la práctica, Shamir ha he cho saber a los norteamericanos que si logran la exclusión de la delegación palestina de los habitantes de Jerusalén Este y los de la diáspora, aceptaría la presen cla en la conferencia de un obser vador pasivo de las Naciones Unidas y contemplaría favorablemente la posibilidad de reunir nuevamante a la conferencia al completo, a condición de que todas las partes estén de acuerdo.

Dos sondeos sucesivos mues tra la evolucion de la opinión is raelí. Según el primero, el 78% de la población aprueba la participación de Israel en la conferencia de paz. La segunda encuesta señala que el 70% aprueba la participación israelí en esa reunión. En resumen, una amplia mayoría pide a Shamir que de el sí a Bush.

A la pregunta de si es necesario intercambiar los altos del Golán por la paz, el 45% responde negativamente. En el otro sondeo, un 59% se manifiesta en contra de la devolución del Golán, ocupado por Israel.

Por su parte, los ministros de Exteriores de la Comunidad Europea señalaron en un comunicado emitido ayer, tras su reunión en Bruselas, que "tornan nota con satisfacción del consenso surgido a propósito de la iniciativa lanzada por EE UU para celebrar una conferencia de paz que conduzca al inicio de negociaciones" entre las partes implicadas en el conflicto.

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