Plan de formación

Tras la lectura del artículo publicado por su periódico el día 11 de junio acerca del plan de formación de la Comunidad de Madrid he sentido la obligación de hacer llegar otra visión, desde dentro menos triunfalista, puesto que es su dinero el que está en juego.Es muy importante, para el futuro de todos, que planes con las características de éste, pero bien gestionados, surjan para asegurar una formación alternativa orientada al empleo. Sin embargo, varios han sido los intentos, enormes las cantidades invertidas y nulos o escasos los resultados.

Éste ha invertido en cuatro años la cantidad de 13.000 millones de pesetas (cifras tan elevadas incitarían a algunos al negocio deshonesto, la trampa, el chanchullo.... riesgo que aumenta con la falta de control sobre inversiones y gastos).

Los resultados obtenidos no son tampoco tan buenos como sería de desear, ni mucho menos como se pretende en su artículo:

-El 70% mencionado, con referencia a los que han encontrado trabajo, incluye a todas las personas que después de apuntarse a algún curso, habiéndolo acabado o no, han conseguido un trabajo. Sin que la formación recibida ni la unidad de inserción laboral ni componente alguno del plan hayan contribuido a ello.

-Tampoco se ha tenido en cuenta que casi todos los contratados gracias a la formación recibida lo han sido en condiciones poco interesantes y por periodos de tiempo muy cortos.

- Se ha incluido a todos los que la propia CAM ha empleado de forma, además de vergonzosa, ilegal y fraudulenta, ya que hay más de 200 personas sin contrato laboral y sin Seguridad Social trabajando para el citado plan como profesores, administrativos o supervisores, situación que se mantiene desde hace tres años, despreciando las leyes laborales y la ética más elemental.

En el área de informática, especialmente referido en su artículo, se ha elegido en demasiados casos a supervisores y profesores y a los responsables de éstos no en función de la capacidad, los conocimientos o las aptitudes para desarrollar su trabajo, sino de la docilidad mostrada y la facilidad de manejo por parte de la entonces coordinadora. Siendo asimismo determinantes las relaciones amistosas existentes con algunos supervisores, coincide que bastante romos, íntimos de la mecionada (se puede comprobar, por ejemplo, que un porcentaje sospechosamente elevado de profesores es del centro de Getafe, no siendo su nivel en absoluto superior al del resto). Olvidando, sin embargo, que todos los alumnos deberían tener los mismos derechos para acceder a esos puestos, e igualmente que debería primar un criterio de calidad para cubrirlos, no de amistad o de residencia.

Además, programas obsoletos, ausencia de asesores profesionales cualificados para cada área, adquisición indiscriminada de material técnico (muy caro y que no se usa), contratación de empresas de probada ineficacia, uso sistemático de amenazas para conseguir los fines, discriminación en función de las relaciones personales, nula objetividad de los métodos de selección de alumnos (se cuelan todos los primos, amigos y demás compromisos socialistas), uso de copias de programas no autorizados (incurriendo de nuevo en ilegalidad). Alguien debería decir al señor consejero de Educación que no se trata de hacerlo, lo importante es hacerlo bien, y creo que en esto su equipo está fallando estrepitosamente.-