El 77% de los españoles es partidario de la reforma sanitaria, según una encuesta

AZUCENA CRIADO. La gran mayoría de los españoles (77%) son partidarios de una reforma del sistema sanitario, al tiempo que reclaman al Gobierno que gaste más en ese capítulo, según las conclusiones de una encuesta realizada por el especialista británico Robert Bendol por encargo de la comisión Abril y la Dirección General de Planificación Sanitaria. Los resultados de este estudio, al que ha tenido acceso EL PAÍS, señalan a España como el país desarrollado con "más bajo nivel de gasto per cápita en sanidad".

Uno de cada cinco españoles piensa que nuestra sanidad funciona bien. Pero en comparación con los datos recabados en otros países, España tiene, tras Estados Unidos e Italia, el mayor porcentaje de ciudadanos insatisfechos. "El incremento del gasto es una alta prioridad para la mayoría de los españoles y el 39% de los encuestados considera que la Sanidad debe ser prioritaria con respecto a Educación (22%), Pensiones (17%), Vivienda (16%) y gastos en Defensa (1%). Sólo en el Reino Unido (56%) es más alta la necesidad de mejorar la sanidad", afirma Robert J. Bendol en el informe enviado a la comisión Abril, encargada de diseñar una reforma del sistema nacional de salud.En Estados Unidos y Canadá el porcentaje de ciudadanos que considera prioritario el capítulo de gastos para la salud es, respectivamente, del 24% y 28%. En ambos países la educación ocupa el primer lugar. Además, sólo el 28% de los españoles dice estar "muy satisfecho" con el sistema sanitario, frente a un 35% en EE UU, un 67% en Canadá y un 39% en el Reino Unido.

Algunos de estos datos fueron revelados parcialmente ayer por Francisco Ortega, director provincial del Insalud en Madrid, en una mesa redonda convocada por la Federación para la Defensa de la Sanidad Pública y los sindicatos UGT y CC OO.

"Se está hablando de privatizar la sanidad y la encuesta Bendol muestra que Estados Unidos, país que tiene un sistema totalmente privado y el que más dinero gasta en sanidad, es el que produce mayor insatisfacción en el usuario", dice Francisco Ortega. En efecto, el 89% de los norteamericanos piensa que su sistema de salud necesita cambios fundamentales o una reorganización.

Ortega destaca también que sólo el 3% de los españoles manifiesta haber tenido dificultades el último año para acceder a la asistencia sanitaria, frente a un 13% de norteamericanos. "Cuando se les pregunta el motivo concreto de esa dificultad, el 47% de los españoles se refiere a la lista de espera; pero el 58% de los norteamericanos señalan que no tenían dinero para la asistencia", añade. "Yo", subraya Ortega, "prefiero un sistema en el que hay que esperar a la alternativa de no poder recibir asistencia porque los ciudadanos no tienen dinero".Sin subir impuestos

Bendol afirma en su informe que el 91% de los españoles considera que el aumento necesario de los gastos para sanidad debe sacarse de otros programas gubernamentales y sólo un 7% considera que deban proceder de un aumento de los impuestos. "Es muy fuerte el sentido entre los españoles de reestructurar el sistema, aunque tres de cada cuatro considera que la reorganización debe ser previa a gastar más dinero", afirma el especialista británico. "Sólo en el Reino Unido", señala, "hay similares niveles de insatisfacción y las propuestas para la reforma incluyen una expansión del sector privado, pero los usuarios se oponen a ese sistema".

Antonio Gutiérrez, secretario general de CC OO, que abrió la mesa redonda, afirmó con respecto a los anuncios de una posible privatizaclón en España que ésa es "una reforma indeseable socialmente y de nula rentabilidad. No se pueden aducir técnicas de rentabilidad económica en la sanidad". Según Gutiérrez, los sindicatos no están dispuestos a permitir que se apliquen políticas fracasadas que agudizan las desigualdades sociales.

En la misma línea se pronunció Nicolás Redondo, que apuntó que la crisis que atraviesa la sanidad se debe a la reducción del gasto por persona protegida. Javier Elola, nuevo director general de Planificación Sanitaria, rechazó el término privatización, ya que "el patrimonio y la gestión del servicio nacional de salud es público".