Gorbachov neutraliza la ofensiva conservadora
El presidente Mijaíl Gorbachov consiguió ayer rechazar la ofensiva conservadora emprendida contra él por el grupo Soyuz (Unión) en el Parlamento soviético y mostró abiertamente que está del lado de la reforma radical y de las transformaciones que dan protagonismo a las repúblicas y a nuevos sectores sociales. La ofensiva se expresaba en el texto de una disposición que pretendía dar al jefe del Gabinete, Valentín Pávlov, una parte de los poderes anteriormente transferidos a Gorbachov por el Parlamento. Esta disposición era apoyada por los líderes del grupo Soyuz.
El detonante, sin embargo, quedó desactivado tras una vehemente intervención de Gorbachov y una retirada estratégica de Valentín Pávlov, quien había pedido las mencionadas competencias sin consultar con el presidente. Pávlov acusó a los medios de información de haberse inventado que el Gabinete quería poderes extraordinarios y señaló que la cuestión se planteaba de otro modo y que el Gabinete quería poder para decisiones urgentes de carácter econónico.El líder soviético, insistió en que sus relaciones con Pávlov no sufren "ninguna crisis" y minimizó las demandas del jefe del Gabinete, asegurando que éste "no reflexionó" en todo lo que había dicho. Gorbachov dio a Pávlov la posibilidad de una salida airosa, pero atacó por primera vez con nombre y apellido a los dirigentes de Soyuz Víctor Anksnis y Yuri Blojin. A gente como ellos, según dijo el líder, no les conviene que se haya iniciado la tendencia al acuerdo social y la colaboración constructiva. Por ello, señaló Gorbachov, tratan de alentar el descontento "no sólo aquí, en el Sóviet Supremo, sino en los medios de comunicación, en los plenos del Comité Central y en los pasillos".
Ansksnis y Blopin plantearon, según Gorbachov, el cese del secretarlo general del PCUS en el pleno del Comité Central de este organismo. "El Sóviet Supremo no debe someterse a esto", dijo el presidente. "Si ustedes dicen que no hay que dirigir la atención hacia las posiciones de las repúblicas, hacia la posición de las diversas fuerzas sociales, entonces les diré que no entendieron nada de lo que nos ha pasado a nosotros y a la sociedad en los últimos tiempos", señaló, Gorbachov. El líder defendió frente a los ataques de los conservadores, la política exterior de la URSS por la que hoy se critica al ex ministro de Exteriores, Edvard. Shevardnadze. Gorbachov aseguró que se trataba de una línea política colectiva de la dirección soviética.
Después de que Pávlov "clarificara" que nunca quiso poderes extraordinarios, desapareció la necesidad de votar la controvertida disposición. Finalmente, 262 diputados se pronunciaron a favor de no examinar la petición del jefe del Gabinete. En contra se manifestaron 24 diputados y 21 se abstuvieron. En lugar de darle a Pávlov poderes extraordinarios, el Sóviet Supremo aprobó una disposición de tipo general donde se critica al presidente Gorbachov y al jefe del Gabinete y se les acusa de no utilizar de forma completa y oportuna todas sus consecuencias.
Constantín Lubensenko, vicepresidente del comité de legislación del Parlamento, manifestó que se había producido un intento de hacer explosionar el poder presidencial y el régimen constitucional en la URSS. Lubensenko constató una "coincidencia" en las posiciones de los eslabones superiores del aparato del Ministerio de Defensa y el Comité de Seguridad del Estado (KGB) contra el presidente y el régimen constitucional en vísperas de la firma del Tratado de la Unión. Al haber fracasado en el intento de crear una base constitucional para socavar el poder del presidente, estos sectores sólo tienen la posibilidad de un "golpe de Estado directo", señaló el diputado.
No hay contradicciones
En declaraciones en los pasillos del Kremllm, Gorbachov dijo que no existen "contradicciones insuperables" entre el programa antierisis del Gabinete ministerial y el programa elaborado por el economista Grigori Yavliriski conjuntamente con expertos de la universidad de Harvard.
En una villa gubernamental de las afueras de Moscú, en la localidad de Volynskoe, ha comenzado ya el trabajo para elaborar la concepción que Gorbachov presentará ante el grupo de los siete países más industrializados en Londres. Valentín Pávlov forma parte de este grupo que, según Gorbachov, trata de conjugar el programa antIcrlsis de éste con el programa de arvard, las recomendael ones el Fondo Monetario Internacional y del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo.
En su conversación con el presidente de la Comisión de la Comunidad Europea, Jacques Delors, Gorbachov había atacado el jueves a los sectores conservadores que se amparan en un slapuesto patriotismo (hurrapatriotismo) para rechazar la reforma. Fuentes de la CE afirmaban ayer que Gorbachov difícilmente volverá de la cumbre de Londres con el apoyo económico que necesita. El programa de Pávlov tiene un enfoque más realista en cuanto a no realizar una transición brusca hacia el mercado que violente las tradiciones soviéticas.
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