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LA DIFÍCIL TRANSICIÓN DE LA U.R.S.S.

Las repúblicas soviéticas, base de la cámara federal

Pilar Bonet

Las repúblicas soviéticas, en calidad de tales, serán el elemento básico del futuro Parlamento federal que ha de sustituir, con una nueva concepción del Estado, a la organización semidemocrática de los órganos del poder en la URSS en el actual periodo de transición. Así lo revela el último borrador del Tratado de la Unión, un texto entregado ayer a los diputados del Sóviet Supremo de la URSS al que tuvo acceso EL PAÍS. El borrador, elaborado por representantes de nueve repúblicas soviéticas, da a éstas mayores competencias que el texto precedente publicado en marzo para su discusión pública.

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De hecho, el Tratado de la Unión liquida la estructura política surgida de la reforma de 1988, que contempla dos parlamentos: un congreso de los diputados populares de la URSS formado por 2.250 escaños, y un Parlamento de carácter más permanente formado por dos Cámaras de.271 diputados cada una.El Tratado de la Unión, de firmarse en su forma actual prevé la desaparición del Congreso de los Diputados Populares de la Unión Soviética y una reforma estructural cualitativa del Sóviet Supremo (con dos Cámaras llamadas el Sóviet de la Unión y el Sóviet de las repúblicas), donde la cámara de representantes de las repúblicas tiene el peso principal.

En el Sóviet de las repúblicas, cada uno de los firmantes del Tratado de la Unión conserva el número de diputados que hoy tiene en el Sóviet de las nacionalidades el Sóviet Supremo. Este número estaba establecido según categorías jerárquicas hoy desaparecidas, de tal modo que, por ejemplo, las repúblicas soviéticas tenían 11 diputados y las autónomas (subordinadas a las primeras), cuatro diputados.

Aunque el número de representantes será desigual, las repúblicas tendrán un solo voto a la hora de decidir cuestiones en la Cámara y, de este modo, se evitará que repúblicas como Rusia, que tenía 16 de las 20 repúblicas autónomas, puedan imponerse, sobre repúblicas con menos representación parlamentaria.

Competencias

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Las competencias del Sóviet de las repúblicas comprenden la aprobación de leyes sobre la organización de actividades de las repúblicas, la ratificación de los tratados internacionales de la

URSS, la elección del Tribunal Constitucional Central y el visto bueno al nombramiento del Gabinete ministerial soviético. El

Sóviet de la Unión limita sus competencias a cuestiones de tipo general, tales como el respeto a los derechos humanos y legislación en los pocos temas que no son competencia de las repúblicas.

El Tratado de la Unión hace desaparecer el Consejo Federal y el Consejo de Seguridad contempla que los órganos de poder actuales conserven sus competencias en el periodo de transición actual hasta que se formen los nuevos. El texto prevé un trato jurídico diferenciado, que puede ser polémico, para las repúblicas que firmen el Tratado de la Unión y para las que no lo hagan.

Al firmarse el nuevo Tratado de la Unión, el anterior -el documento mediante el cual se fundó la Unión Soviética en 1922- pierde su validez para la primera categoría de repúblicas, pero no para las segundas. Para quienes no firmen, las relaciones con el centro se regularán de acuerdo con la actual legislación soviética, lo que significa que se les puede aplicar la ley sobre salida de la URSS aprobada por el actual Sóviet Supremo que contempla un difícil proceso y plazos mínimos de cinco años.

El Tratado de la Unión, cuyo nombre completo es Tratado de la Unión de Repúblicas Soberanas, elimina el adjetivo de socialista del nombre de la URSS. Según el nuevo texto, el Ejército no puede ser utilizado en el interior del país, excepto en casos de catástrofe natural, o ecológica y los previstos por la legislación sobre el régimen de excepción.

Los órganos de seguridad serán coordinados por el centro, que también coordinará las competencias de comercio exterior. Las repúblicas, conjuntamente con el centro, tendrán competencias en la emisión de moneda y adquieren en la práctica derecho a veto contra las leyes soviéticas, si éstas violan los derechos recogidos en el Tratado.

El texto registra cambios en lo que se refiere al idioma oficial. El ruso es la lengua oficial de los Firmantes, pero las repúblicas independientemente determinan su lengua estatal y su empleo. El presidente de la Unión Soviética es elegido por sufragio universal por cinco anos y no más de dos mandatos consecutivos.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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