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Una exposición revisa el diseño de objetos cotidianos en la RDA

En marzo de 1989, ocho meses antes de la caída del muro de Berlín y el colapso del Estado estaliniano de la República Democrática Alemana, tres jóvenes diseñadores alemanes, Matthias Dietz y Margarethe y Christian Habernoll, viajaron a Berlín Este a bordo de un Jaguar XJS y provistos de una fuerte suma de dinero. Su objetivo era comprar toda clase de artículos de consumo cotidiano para hacer con ellos una exposición sobre el diseño en la RDA, concebida como provocación estética y reflexión político-social.

Esta muestra, exhibida en varias ciudades alemanas y bautizada irónicamente con las siglas S. E. D., las mismas que el antiguo partido comunista de la RDA, puede verse desde hoy hasta el 6 de julio en la Sala Vingon de Barcelona, donde su título se ha traducido por Saber Evitar el Diseño.El autor de la idea y recopilador de los artículos, Matthias Dietz, es diseñador. El resultado de su expedición a Alemania Oriental cobró repentina relevancia tras la desaparición de la RDA, pues muchos de los objetos que recogió han dejado de fabricarse y venderse.

Además de la exposición, Dietz elaboró, en unión de sus socios Georg Bertsch y Ernst Hedler un libro que recogía todos los productos expuestos, titulado SED. Schönes Einheit Design (SED. Diseños Bonitos para la Unidad) en alusión irónica al antiguo partido gobernante de la RDA, el SED (Sozialistische Einheitspartei, Deutschlands, Partido de Unidad Socialista de Alemania). Para la versión española de la muestra, las siglas se han traducido como "Saber Evitar el Diseño".

'Exposición Potemkin'

"Toda esta historia empezó en 1987, cuenta Matthias Dietz. "El organismo gubernamental de diseño de la RDA organizó una exposición de productos de consumo y diseño que se presentó en Stuttgart. Me indigné porque, aparte del hecho de que se trataba de burdas copias de productos occidentales, ninguno de todos los objetos exhibidos podía comprarse en ninguna tienda de la RDA. Era, por decirlo así, una exposición Potemkin, cuyo único objetivo era la propaganda de la RDA"."Poco a poco, fuimos madurando con mis socios la idea de una provocación y, en marzo de 1989 nos fuimos a la RDA y nos gastamos 20.000 marcos (algo más de 1.200.000 pesetas) en artículos de toda clase. íbamos en un Jaguar XJS y, al salir, nos hicieron descargarlo en la aduana. Cuando vieron lo que llevábamos, no entendían nada y lo único que nos dijeron fue que no olvidásemos nada".

Para Dietz, "la reunificación hace una exposición como esta particularmente oportuna, pues lo que planteamos es una reflexión sobre la cultura de lo cotidiano y sobre los referentes culturales, políticos y económicos del consumo".

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