_
_
_
_

La 'reserva natural' de Valdemingómez

30.000 gaviotas se alimentan en invierno en el mayor basurero de la región

Juan Antonio Carbajo

El vertedero de Valdemingómez, donde todos los días se depositan 3.500 toneladas de residuos, ha entrado en la Guía Michelin de las aves migratorias. Cerca de 30.000 gaviotas reidoras, que pasan el invierno a orillas de los embalses madrileños, recorren diariamente hasta 100 kilómetros para comer en el mayor basurero de Madrid. Un equipo científico demuestra que el estado nutritivo de estas aves es bueno.

La Sociedad Española de Ornitología (SEO) ha realizado un estudio, por encargo de la Concejalía de Medio Ambiente de Madrid, sobre la fauna de esta particular reserva natural, en la que también se alimentan otras 20 especies de aves y donde la presencia de ratas es meramente anecdótica.Las gaviotas reidoras han demostrado tener un estómago a prueba de vertederos. Los ejemplares capturados por la SEO en el basurero de Valdemingómez estaban en un "buen estado nutritivo, sin ninguna posibilidad de anemia", no mostraban "elevados índices de parasitación" y, en comparación con otras aves, tienen mayores defensas para combatir las infecciones.

Su fuerte sistema inmunológico y digestivo convierte a la gaviota reidora en la reina de Valdemingómez. La SEO ha llegado a contabilizar cerca de 30.000 ejemplares, especialmente al amanecer y al mediodía, por alrededor de 700 estorninos negros, 135 grajillas, otros tantos gorriones, 140 pardillos y un número indeterminado de cogujadas comunes y lavanderas blancas. Estos últimos, unos pajarillos insectívoros de larga cola, viven en los árboles de la plaza del Conde de Casal, muy cerca del basurero.

Una comida cada hora

Las gaviotas, por el contrario, deben recorrer hasta cien kilómetros diarios desde la orilla de los embalses y lagunas donde pernoctan. Juan Varela, director de la SEO, afirma que la mayor parte de los ejemplares viven en las graveras de Arganda o junto a la presa de Santillana. Son aves migratorias que pasan el verano en el norte de Europa y han elegido Madrid, sus lagos y vertedero, para invernar."Lo más importante del estudio es que se ha comprobado que el hecho de que las gaviotas se alimenten en el vertedero no implica ningún riesgo sanitario", explica Varela, que añade: "Su sistema digestivo esteriliza todo lo que ingieren". Que no es poco.

Según el estudio, las gaviotas realizan una comida cada hora -unas ocho al día- que dura 27 minutos y en la que in gieren residuos orgánicos fres cos (85%), piedras para ayudar a triturar la comida (11%) y cristales y otros materiales (3%).

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los investigadores han llegado a contabilizar también 91 ejemplares de cigüeña blanca, especie protegida por el escaso número de su población, que suele aparecer por el vertedero a última hora de la tarde, cuando la población de gaviotas de crece.

El menú preferido por las cigüeñas se compone en un 94% de materia orgánica (patas y pellejos de pollo, tripas, pescado) y un 6% de lo que científicamente se denominan errores (productos textiles y cuerdas, entre otros materiales).

Ratas, perros y zorros

Una de las sorpresas del estudio encargado por la Concejalía de Medio Ambiente es la "muy baja" población de ratas y ratones descubierta en Valdemingómez: sólo un roedor cada tres hectáreas.La SEO considera, no obstante, que en el siguiente estudio, que se realizará en verano, la población de ratas tendrá mayor presencia. "Parece que, por la estructura de Valdemingómez, los roedores no tienen fácil acceso a la comida, aunque los niveles máximos se darán a finales del verano", explica Varela. Zorros y perros abandonados también aparecen de manera esporádica por el basurero.

El parque natural de Valdemingómez no es el único lugar seleccionado en las guías turísticas de las aves migratorias que visitan nuestra región. Desde hace seis años, un centenar de patos azulones pasan los inviernos en el tramo urbano del río Manzanares junto a porrones, patos cuchara, patos colorados, zampullines y los genuinos patos pequineses que arrojó en su día el entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_