El espionaje alemán asegura que la organización Gladio era ajena a la OTAN

Los servicios secretos alemanes enviaron ayer un informe a la Presidencia de la República Italiana en el que se afirma que la organización secreta Gladio nunca perteneció a la OTAN. Según dicho informe, cada país había organizado un Gladio como defensa contra una posible invasión soviética, pero de acuerdo con la CIA, y no con la OTAN.

La noticia está llamada a levantar polvareda, debido al hecho de que el presidente del Gobierno, Giulio Andreotti, se ha negado a entregar al Parlamento algunos documentos secretos sobre el asunto alegando precisamente que Gladio se había organizado "en el ámbito de la OTAN".Anoche, el presidente de la República, Francesco Cossiga, que siempre ha defendido Gladio -en cuya reorganización había colaborado cuando era subsecretario del Ministerio del Interior-, emitió un comunicado en el que se insiste sobre la legalidad" de dicha institución defensiva. Más tarde, con un segundo comunicado, Cossiga anunció que el documento recibido de los servicios secretos alemanes ha sido enviado inmediatamente a la Magistratura y a la comisión parlamentaria que está indagando sobre los problemas de terrorismo. Y puntualizó que aún en el caso de que Gladio no hubiese pertenecido a la OTAN, ello no querría decir que no estuviera integrada en el Pacto Atlántico.

La noticia, que ha sorprendido por el hecho de que los servicios secretos alemanes hayan querido enviar el sorprendente documento al presidente de la República Italiana, aparece hoy con gran relieve en toda la prensa nacional.

Precisamente el Partido Democrático de la Izquierda (ex PCI) había formulado días atrás una pregunta al Gobierno sobre las afirmaciones elogiosas hechas por el Presidente Cossiga sobre Gladio. El Gobierno anunció ayer que no responderá ante el Parlamento sobre dicha interrogación, para evitar que el posterior debate pueda convertirse en un acto de acusación contra el presidente de la República. El partido de Achille Occhetto anunció ayer, antes de conocerse la noticia de los servicios de información alemanes, que presentará una moción de desconfianza contra el Gobierno por haberse negado a llevar el caso al Parlamento. "No es posible", dijo Occhetto, "que de una cosa sobre la que Cossiga ha opinado hasta por televisión y de la que se opina en las barberías, se niegue a los diputados el derecho a discutirla en el Parlamento".