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'Yuppies' soviéticos

Pilar Bonet

En su otra vida, la de antes de convertirse, respectivamente, en director técnico y vicedirector general de la empresa ACFES, Vladímir Dribas y Dmitri Tkachuk eran inspector en la sección energética de la organización del Partido Comunista de VIadivostok el primero y capitán jurista de la policía el segundo.La Sociedad Anónima del Extremo Oriente (ACFES) importa a la URSS, vía VIadivostok, automóviles de segunda mano japoneses, lucrativo negocio que atrae a muchos adinerados del Cáucaso, deseosos de adquirir el símbolo de riqueza que los Toyota, Nissan o Mitsubishi suponen, incluso usados, entre los modestos Zhiguli, el utilitario más extendido en la URSS. Los habitantes de Vladivostok consideran que la presencia de mafias caucásicas y asiáticas es uno de los males que ha traído consigo la limitada apertura de la ciudad. Un vehículo que aquí se vende entre 20.000 y 50.000 rubios alcanza los 150.000 o 200.000 en otras partes de la URSS.

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Fundada con un capital Inicial de 4,5 millones de rubios, ACFES se toma en serio los negocios y aborda el futuro con energía. Espera conseguir la representación de Toyota en la URSS, tiene una red de aparcamientos de pago, servicios de alquiler de automóviles y de reparación de coches japoneses. Ahora lucha por la concesión municipal para instalar una red de lavanderías automáticas de fabricación japonesa. Los accionistas de ACFES son fuertes empresas estatales, entre ellas, la Naviera del Lejano Oriente. En 1990 se importaron 250 vehículos. Para este año, la cifra calculada por estos dos yuppies soviéticos estará entre los 2.500 y los 4.000.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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