La empresa de cosméticos L'Oreal, acusada de antisemitismo
Jean Frydman, un antiguo directivo de L'Oreal, ha lanzado una ofensiva ante los tribunales y, la prensa francesa para denunciar el supuesto carácter antisemita de la principal empresa mundial de cosméticos.
Según asegura Frydman, un judio francés ahora residente en Israel, L'Oreal le obligó a abandonar la empresa para evitar el boicó de los países árabes y algunos de los más importantes dirigentes de la misma colaboraron con los nazis en el pasado. Un juez ha ordenado ya registros en la sede central en París de L'Oreal y en el domicilio particular de uno de sus directivos. En los próximos días ese juez viajará a Nueva York para interrogar al actual presidente de la sucursal norteamericana de la multinacional francesa, Jacques Correze.En septiembre, Frydman, ex vicepresidente de la filial audivisual de L'Oreal, presentó una querella por discriminación racial contra el gigante de los cosméticos. Frydman afirma que fue expulsado de la empresa en marzo de 1989, a fin de evitar el boicó de los países árabes hacia las empresas que tienen relaciones con Israel. Una ley de junio de 1977 declaró ilegal la sumisión de las empresas francesas a ese boicó.
Colaborador de los nazis
El autor de la expulsión, según el denunciante, fue Jacques Correze, un hombre acusado de haber colaborado en su juventud con los ocupantes nazis de Francia. El presidente de la filial norteamericana de L'Oreal, afirma Frydman, fue uno de los fundadores de La Cagoule (La Capucha), un movimiento ultraderechista especializado en expropiar comercios judíos en París.Si Correzc fuera el único acusado de antisemitismo, el asunto no tendría quizá otra dimensión que la personal. Lo grave para L'Oreal es que Frydman asegura que Eugene Schueller, fundador de la compañía y padre de la actual accionista mayoritaria, fue también colaboracionista durante la II Guerra Mundial. Como también lo fue André Bettencourt, uno de los ejecutivos históricos de L'Oreal, que en su juventud escribía en la revista ultraderechista Terre Francaise, desde donde invitaba a los jóvenes franceses a denunciar a los opositores al régimen del mariscal Pétain. Los portavoces de L'Oreal aseguran que Frydman abandonó la compañía tras un acuerdo amistoso y denuncian que "sólo aspira a ganar dinero con el recuerdo del Holocausto".
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