Mendoza y Félix de Azúa, locos por el teatro

El éxito obtenido por su primera obra teatral, Restauració, ha hecho que a Eduardo Mendoza se le despertase de nuevo su apetito por los escenarios, que le viene ya de mozo. El popular escritor catalán trabaja en la actualidad en dos nuevos textos teatrales. El primero de ellos es un encargo de Vicente Molina Foix para el Centro Dramático Nacional, que Manuel Gutiérrez Aragón dirigirá en el María Guerrero durante la temporada 1991-92.

En un principio, el encargo de Vicente Molina consistía en un recorrido, adaptado a la escena, por la literatura picaresca castellana, pero luego éste se convirtió en una obra original de Mendoza que transcurre en un pueblo de Castilla que conserva, como una de sus reliquias más preciadas, un auténtico corral de comedias del siglo XVII. El próximo año, con motivo de la celebración del V Centenario, acude a dicho corral una compañía de cómicos de Madrid para representar -en sustitución de la novillada que se lidiaba cada año durante las fiestas de la Virgen- un auto sacramental. Mendoza juega, mezclándolos, con el mundo de la farándula y la propia farándula de ese pueblo castellano -en total, unos 40 personajes en escena-, con su maestro, su puta, su alcalde (socialista)..., y en el que un buen día aparece, como por arte de magia, el mismísimo señor ministro de Cultura.

Vodevil

El segundo texto de Eduardo Mendoza es un vodevil, "a lo Feydeau", dice su autor. Escrito en catalán, la acción transcurre en la habitación de un hotel de la ciudad suiza de Ginebra -"con armarios y puertas que se abren y se cierran"- ocupada por unos catalanes que han ido a la ciudad suiza a por negocios. Sátira de la Cataluña europea, que va per feina, con viejo anarquista intransigente y empleada del hotel de origen andaluz, incorporados.La obra va destinada, en un principio, a la compañía de la actriz Rosa Novell, que ya le estrenó Restauració, y podría verse en Barcelona la próxima tempoda.

En cuanto a Félix de Azúa, que últimamente ha llenado a diario la escena del Petit Odéon (París) con la adaptación, en versión francesa, de su Historia de un idiota contada por él mismo, trabaja asimismo en otro encargo de Vicente Molina para el Centro Dramático Nacional.

Conflicto ético

El texto de Félix de Azúa, que podría estrenarse la próxima temporada, aborda un conflicto ético protagonizado por dos "caballeros republicanos", dos intelectuales íntegros", como los califica Azúa, los cuales son requeridos por un ministro franquista para llevar a cabo un trabajo que, en conciencia, no pueden aceptar, pero que resulta estar muy bien remunerado, y ellos, especialmente uno de ellos, "se hallan muy apremiados de dineros".Los nombres de Agustín García Calvo, Rafael Sánchez Ferlosio y Pío Cabanillas, mezclados con el proyecto de un célebre diccionario, podrían haber inspirado este texto de Félix de Azúa, el primero que escribe directamente para la escena.