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Duro alegato del Papa en Fátima contra el materialismo y el aborto

Francesc Valls

El Papa utilizó ayer el llamado púlpito universal del santuario de Fátima para lanzar un duro alegato contra la mentalidad materialista, "el crimen execrable del aborto" y "el vasto movimiento ateo" que, a juicio del Pontífice, "amenaza a Europa". "Son dos caras de una misma moneda", que Juan Pablo II criticó en su último día de estancia en Portugal. La jornada de ayer coincidía con el 100 aniversario del atentado que estuvo a punto de costarle la vida en la romana plaza de San Pedro a manos del turco Mehmet Alí Agca.

Alrededor de un millón de personas se dieron cita durante el domingo y ayer en las inmediaciones del santuario de Fátima. Entre los asistentes a la solemne misa se encontraba el embajador de la Unión Soviética en Portugal, Genadi Gerasimov, y el propio presidente de la República Portuguesa, Mario Soares, que no se ha perdido ni una sola celebración cucarística papal en este segundo viaje de Juan Pablo II a su país. Gerasimov expresó su plena coincidencia con los puntos de vista del Pontífice respecto a "la economía de mercado sin conciencia".Tampoco faltó sor Lucía, la única superviviente del grupo de tres pastorcillos a los que la Virgen se les apareció seis veces. Sor Lucía permaneció ayer reunida durante 12 minutos con el Pontífice, según manifestó el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls.

Según la versión oficial de las apariciones, las dos primeras partes del misterio anunciado por la Virgen a los tres niños eran la muerte prematura de dos de ellos -Jacinta y Francisco- y la consagración de Rusia a su Corazón Inmaculado. No deja de ser, pues, sintomática la presencia de un embajador soviético en una misa del Papa, el cual ha atribuido los cambios en el Este a la acción de la Virgen de Fátima.

Ayer, el Papa continuó en esa línea. Desde un altar en el que se podía leer "creced y multiplicaos", llamó a los cristianos a procrear de acuerdo con "un oportuno sentido de paternidad responsable y de confianza en la Divina Providencia". Quien así actúe representa, a juicio del Pontífice, "un desafío a la mentalidad antinatalista imperante y una justa condena de tal mentalidad", que no duda en sacrificar la vida de los no nacidos por medio del aborto, al que Juan Pablo II llamó "crimen execrable".

Esas ideas pragmáticas que están cuajando en Europa, según el Pontífice, constituyen una amenaza para la Iglesia. Así ante la imagen de la Virgen de Fátima, el Papa destacó que en Europa "existe el peligro de sustituir el marxismo con otras formas de ateísmo, que, adulando la libertad, tienden a destruir las raíces de la moral cristiana y humana". Por ello pidió protección mariana para la Iglesia, "siempre amenzada" por lo que él denominó "el espíritu del mundo".

Nueva evangelización

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Sin embargo, fue ante los obispos portugueses donde Juan Pablo II desarrolló con mayor profundidad su visión del mundo. Pidió a los prelados que hicieran hincapié en la penitencia y en la oración para ganarse a los de fe débil. De esta manera reiteró el mensaje de Fátima, ahora, a su juicio, más necesario que nunca para "la nueva evangelización de Europa, un continente turbado por un vasto movimiento ateo teórico y práctico, que parece querer construir una nueva civilización materialista".

Juan Pablo II eligió también Fátima para firmar la carta que remitirá a todos los obispos para convocarles al sínodo sobre la reevangelización de Europa. Para el Pontífice, los lugares marianos son objeto de especial atención, ya que el Papa cree que fue la intervención de la Virgen la que le salvó la vida hace justamente 10 años, cuando el turco Mehmet Alí Agca abrió fuego contra él en la plaza de San Pedro.

Fátima y mensaje han sido, pues, el eje central de esta segunda visita del Pontífica a Portugal. Incluso en el mensaje de despedida recordó la aparición de la Virgen vestida de blanco a los pastorcillos. No obstante, contra algunos pronósticos aventurados, se fue sin revelar el tercer misterio. Ese secreto que, según los expertos, amenaza con grandes catástrofes a la humanidad en esta segunda mitad del siglo XX.

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