Cae una banda que asaltaba casas y amenazaba a sus dueños para localizar los objetos de valor

La Guardia Civil ha desarticulado en La Puebla de Cazalla (Sevilla) una organización criminal que se dedicaba a asaltar viviendas de lujo de manera violenta en varias provincias de España y en Portugal. La investigación se ha saldado con siete detenidos de origen albanés que habían atesorado un botín valorado en más de 10 millones de euros. La banda intimidaba a los residentes que se encontraban en las casas, maniatándolos y amenazándolos con armas de fuego.

La Operación Bop, como la ha denominado la Guardia Civil, comenzó en julio de 2024 cuando las autoridades tuvieron conocimiento de algunos robos producidos en la urbanización de Sotogrande, junto a la costa gaditana. Los ladrones, sin embargo, consiguieron burlar la vigilancia y huyeron a su país, para regresar a España cuando constataron que había disminuido la presión policial sobre ellos.

Los agentes pudieron detectar que su base de operaciones se encontraba en un chalet de La Puebla de Cazalla e intensificaron la vigilancia. Las observaciones les permitieron identificar a los miembros de la organización y cómo planificaban sus golpes.

Los ladrones analizaban de manera meticulosa las medidas de seguridad de las viviendas de lujo y la rutina de sus residentes. Antes de entrar en las casas, se vestían completamente de negro, se ponían guantes y pasamontañas y se cargaban con una mochila donde guardaban los objetos que robaban. Y, precisamente, para evitar perder tiempo buscando las piezas de valor es por lo que se cercioraban de que siempre había algún propietario dentro. Los sorprendían y los maniataban y amenazaban con armas u otras herramientas contundentes para obligarles a revelar dónde estaban los objetos de valor. Mientras, en el exterior, les esperaba un vehículo con matrícula falsa y de gran cilindrada para huir.

Este es el modus operandi que emplearon para robar en 16 casas de lujo de las provincias de Cádiz, Málaga, Córdoba, Sevilla, Murcia, Alicante y en Portugal, hasta que la Guardia Civil registró la finca donde se guarecían, deteniéndolos a todos. Los siete ladrones se encuentran actualmente en prisión preventiva, según las fuentes de la investigación consultadas por este diario.

Aunque en una primera inspección, los investigadores no encontraron los objetos más valiosos que habían sustraído, en la segunda, con el empleo de detectores de metales, lograron localizar bajo tierra gran parte del botín. En total, se han recuperado 44.500 euros, 23.700 dólares americanos, 603.000 grivnas ucranianas, 35 relojes de alta gama y 186 de alto valor, varios lingotes de oro y numerosos artículos de marcas de lujo, como bolsos, zapatos, cinturones o ropa.

Además del material robado, los agentes hallaron teléfonos móviles, la indumentaria que empleaban en los robos y aparatos de radiotransmisión. También se han incautado de dos vehículos que alojaban cajas fuertes y las herramientas que empleaban para forzar el acceso a las viviendas.