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Detenidos otros ocho taxistas del clan del aeropuerto de Sevilla

Los conductores, acusados de organización criminal, daños, amenazas y coacciones, se suman a los 18 arrestados hace tres semanas

Una pasajera accede a un taxi en el aeropuerto de Sevilla, hace dos semanas.
Una pasajera accede a un taxi en el aeropuerto de Sevilla, hace dos semanas.MAYA BALANYA
Javier Martín-Arroyo

La Policía ha detenido este jueves a ocho taxistas en la Operación Aertase contra el clan del aeropuerto de Sevilla. Estos ocho conductores arrestados se suman a los 18 detenidos hace tres semanas por monopolizar la parada más lucrativa de la capital andaluza y dañar los coches de otros taxistas y VTC (vehículos con conductor). La policía les acusa de formar parte de una organización criminal, provocar daños y lanzar amenazas y coacciones contra otros conductores del gremio para evitar que se acercasen al aeródromo San Pablo de Sevilla. Estos hechos delictivos que han provocado las detenciones se han producido en las tres últimas semanas en la terminal del aeropuerto, donde pese a la presencia policial han continuado los altercados que han derivado en varias denuncias ante comisaría, según fuentes del caso.

“Se está desarrollando desde esta mañana una segunda fase de la Operación Aertase con la detención de siete personas a las que hay que sumar las 18 producidas hace algunas semanas (…). La actuación está abierta y no se descartan nuevas fases de esta Operación Aertase en el futuro”, ha confirmado el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, y ha avanzado la Cadena SER. La Policía acusa en total a 45 taxistas de formar parte de una organización criminal tras las pruebas recabadas por la brigada de Información, ya que a los 18 detenidos en principio y los ocho de este jueves ―siete al amanecer y otro ya entrada la mañana― hay que sumar los 20 imputados de mediados de enero que no fueron detenidos, pero sí investigados. La causa la dirige el Juzgado de Instrucción 4 de Sevilla.

Tras comparecer ante el titular del juzgado, Sergio Escalona, el magistrado impuso a los 18 taxistas investigados una orden de alejamiento de 500 metros del aeropuerto, para evitar que reincidieran en sus comportamientos. Entre ellos el presidente de la Asociación Hispalense Solidaridad del Taxi, Antonio Velarde, su hija y la junta directiva al completo de la entidad, que resultó descabezada. Todos los conductores quedaron en libertad con cargos tras su comparecencia y ahora la instrucción judicial avanza tras las pesquisas policiales.

Los tentáculos de Solidaridad del Taxi, que acapara la parada del aeropuerto sevillano desde hace 25 años, han seguido supuestamente extendiéndose pese a las primeras detenciones para evitar que otros taxistas de asociaciones como Elite y Unión Sevillana del Taxi acudieran a cargar viajeros a la terminal. Todo ello a pesar de que el Ayuntamiento de Sevilla (PP) decidió establecer una presencia permanente de la Policía Local en coordinación con la Policía Nacional que, sin embargo, no ha resultado disuasoria para evitar los altercados entre taxistas y VTC. Después del 9 de enero, la Policía Local, cuya unidad especial Sesja para el aeropuerto y la estación de tren Santa Justa ha ido menguando los últimos años hasta desaparecer, está coordinada con la Policía Nacional para que haya patrullas presentes en la terminal durante las horas de apertura del aeródromo.

En paralelo, el Instituto del Taxi del Consistorio aprobó un turno rotatorio para que todos los taxis con licencia ―unos 1.800― puedan acudir al aeropuerto en función de su letra de matrícula y el día de la semana. La asociación Hispalense ya fue descabezada en 2017 con una primera operación policial y detenciones masivas, pero el monopolio continuó durante los años siguientes y los taxistas investigados lograron que la investigación del Juzgado de Instrucción número 8 de la capital andaluza se archivara por prescripción de plazos.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.
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