Cámaras para vigilar a la policía, narcopisos y un súper de droga: así operaba una banda de narcotraficantes desmantelada en Sevilla

La Policía Nacional ha desmantelado en Sevilla a una organización que distribuía distintos tipos de sustancias estupefacientes ilegales en dos narcopisos y en un local que operaba como un supermercado de la droga, en el que en una vitrina se mostraba la distinta mercancía acompañada de su precio, además de las ofertas. Estos lugares, además, contaban con una estrecha vigilancia a través de cámaras de seguridad colocadas en las calles cercanas para controlar la presencia policial, según confirman fuentes conocedoras de la investigación.

La operación se desarrolló en el mes de noviembre en la barriada Madre de Dios, uno de los tres núcleos que integran la barriada Tres Barrios-Amate, la segunda más pobre de España. Allí los agentes detuvieron a ocho personas, entre ellos el cabecilla del grupo, y se incautaron de un amplio surtido de drogas: medio kilo de cocaína, 250 gramos de MDMA, un kilo y medio de hachís y medio kilo de marihuana, 50 comprimidos de cocaína rosa, tres balanzas de precisión y más de 40.000 euros.

Además de los dos narcopisos y el súper de la droga, los investigadores también registraron otras seis viviendas, que los miembros de la banda usaban como almacenes y en donde ocultaban cantidades listas para suministrar en los distintos puntos de venta. El principal era el bajo, que operaba como un ultramarino de sustancias ilegales. El local realmente era un búnker que contaba con una puerta de seguridad provista de múltiples cerraduras y en el que, en el momento de entrar los agentes, se encontraban tres de los miembros de la organización que ejercían de vendedores.

Porque la banda, como suele ser habitual en estos casos, tenía sus funciones muy bien delimitadas. El reparto de las responsabilidades, de acuerdo con las fuentes consultadas, se articulaba hasta en cuatro jerarquías, entre las que, además de la venta de droga, estaba su guarda -que se dividía en distintos inmuebles, para complicar las incautaciones policiales-, o la vigilancia. Aquí es donde entran en juego las cámaras de seguridad instaladas por la organización en las calles en las que se encontraban los narcopiso. Con ellas, la organización controlaba a la Policía a través de las imágenes que emitían en directo a un monitor que se halló en una de esas viviendas.

Aunque las fuentes consultadas reconocen que no es habitual que los narcotraficantes vigilen los movimientos de la Policía a través de cámaras de seguridad, este modus operandi ya se ha detectado en Madre de Dios en otras ocasiones. También los supermercados de droga. En abril del año pasado, ese mismo cuerpo, desarticuló a otro grupo de narcotraficantes que operaba en un local similar al hallado en esta última operación y que, además de fuertes medidas de seguridad, contaba con cámaras de videovigilancia tanto en el exterior, como en el interior. Entonces se detuvo a una veintena de personas y se incautó de cocaína, hachís, MDMA, ketamina, marihuana, viagra, popper y óxido nitroso.