Los policías iraquíes abandonan Zajo por orden de las fuerzas occidentales
ENVIADO ESPECIAL Los policías iraquíes que desde hace ocho días patrullaban las calles de Zajo y se cruzaban indiferentes con grupos de soldados británicos se retiraron el jueves por la noche de esta localidad del Kurdistán iraquí, en cumplimiento del ultimátum lanzado por el mando de la fuerza multinacional. El repliegue de estos policías, aproximadamente 700, fue considerado indispensable para facilitar el regreso de los miles de kurdos hacinados en los campamentos de las montañas de Turquía que huyeron de aquella población. Ha sido autorizada la permanencia de un destacamento de medio centenar de agentes con pistolas como único armamento.
La advertencia, comunicada formalmente al Gobierno de Bagdad, fue efectuada después de las reuniones mantenidas en el campamento norteamericano de Zajo por oficiales de la coalición que derrotó a Sadam Husein y, líderes de varias tribus kurdas refugiadas en el asentamiento de Istkveren. donde más de 100.000 personas temen represalias del Ejército de Sadam Husein si vuelven a sus hogares.
No se veían ayer policías en las calles de Zajo, con un 90% de sus habitantes huidos, a pesar de que algunos Kurdos expresaban su temor a que Bagdad haya optado por mantener en la ciudad a agentes de la seguridad del Estado con vestimenta civil. A poco más de un kilómetro de su centro urbano se han levantado 680 tiendas de campaña para albergar a los refugiados que decidan retornar. Este campamento, establecido con toda intención en las afueras de esa localidad, tiene carácter provisional, y debe servir como base para la vuelta de los kurdos a sus domicilios en el norte de Irak.
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